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Consejos antiestrés para los nuevos padres 2016

Consejos antiestrés para los nuevos padres 2016
Consejos antiestrés para los nuevos padres 2016

El primer año del bebé suele traer nuevas dosis de estrés añadido al núcleo familiar, aunque podemos prepararnos para ello con antelación.

Si una de las cosas que ha encargado a los Reyes Magos es un bebé para el año nuevo, ¡felicidades! 2016 se convertirá en el principio de una etapa totalmente nueva, una nueva aventura que hay que celebrar por todo lo alto pero para la que también hay que prepararse a conciencia: el primer año con un ‘peque’ en casa, especialmente para padres primerizos, es de los más difíciles y estresantes en lo que concierne al núcleo familiar. Hay que aprender y adaptarse a los cambios al ritmo que marque el bebé, estableciendo nuevos horarios (que a menudo abusan de las horas que normalmente reservaríamos para el descanso) y prioridades. Cólicos, noches sin dormir, pañales que se amontonan, lloros que se prolongan durante horas, turnos de lactancia que se solapan… se convierten en el centro de atención en torno al que giran la gran mayoría de rutinas diarias, tanto por instinto como por necesidad.

Aunque suene catastrofista, la gran mayoría de papás y mamás reciben estos cambios con los brazos abiertos, aunque eso no significa que, dé primeras, de algo de miedo y sobre todo nos haga plantearnos cómo vamos a ingeniárnoslas para hacer malabarismos con el tiempo sin incrementar el nivel de estrés. ¿Quieres algunos consejos? Estos son los tips antiestrés para los nuevos papás y mamás de 2016.

1. Habla con otros papás y mamás (mejor si son amigos que hayan sido padres recientemente y compartan el mismo contexto en el que te mueve) y busca puntos en común entre sus historias para manejar el tiempo, los problemas que les surgieron en ese primer año, y cómo resolvieron los más urgentes y también los del día a día. No es cuestión de alarmarse si no debuscar tácticas que nos ayuden a planificar el tiempo de antemano: una vez llegue el bebé, serán varios meses sin poder dormir ni descansar, así que cuanto mejor se hayan planificado los horarios, mejor. Desde establecer turnos para dar el biberón por las noches o cambiar los pañales, hasta estimar cuánto tiempo vamos a requerir de la ayuda de los abuelos o qué parte de la semana dedicaras a nosotros mismos y cómo.

2. Pondera de qué elementos de nuestra vida actual puede desbaratar para hacer nuestra vidastress-free en el futuro. ¿Hay algo que te estresa? ¿Alguna actividad que demande mucho tiempo y energía? Intenta liberar tu calendario al menos los seis primeros meses y preferiblemente hasta el primer año del bebé. Algunos ejemplos: si coordinas un grupo de actividades, si eres la encargada de cerrar las comidas y cenas familiares o si simplemente eres presidenta de la comunidad de vecinos. Procura delegar estas tareas con antelación, especialmente si no es 100% necesario que recaigan sobre tus hombros.

3. Escribe undiario del embarazo que se prolongue durante el primer año. No se trata que anotar todos los detalles al milímetro, pero sí variables como cambios de peso, nivel de cansancio o alimentación antes de dar a luz, y lloros, tomas o patrones de sueño una vez el bebé esté en casa. El motivo: cuando el cansancio post-bebé sea una realidad, será más dicífil recordar si el pequeño vomitó ayer o antesdeayer, o si lleva más de tres días llorando. Llevar un diario libera la mente de tener que memorizar estos datos porque ya los tendrás por escrito.

4. Uno de las factores más estresantes de la llegada del bebé es larepentina falta de intimidad de la pareja, que a menudo ve su esfera personal invadida por todo aquello que sea baby-friendly: si todas las conversaciones comienzan a girar en torno al bebé, siempre es positivo intentar hacer un efuerzo consciente para poner freno a esta tendencia y buscar otros temas de conversación que ayuden a crecer como pareja sin estar necesariamente relacionados con el recién nacido.

5. Es común que los horarios se vuelvan alternos durante un tiempo, especialmente al turnarse las horas de sueño. Lafalta de sueño de calidad, cuando hay que levantarse dos o tres veces por noche, cada noche, es una gran fuente de estrés y cansancio que puede afectar prácticamente a todas las esferas de la vida, tanto si nos hemos incorporado al trabajo como si no. Si un método no funciona y los dos están cansados y de mal humor, prueba otro tipo de turnos hasta dar con el que mejor funcione; por ejemplo alternando tomas en una misma noche, alternando la responsabilidad entre noches (una cada uno) o incluso entre semanas, durmiendo durante el día aprovechando las siestas del recién nacido o adelantando la hora de irse a la cama.

6. Ganar peso durante el embarazo es algo natural, que suele traducirse en una dosis extra de estrés post-parto cuando muchas mamás se plantean perderlo.Volver a estar ‘como antes’ es una presión añadida con la que es fundamental no obsesionarse ni fijarse metas o caer en dietas yo-yo, que encima nos resten aún más energía: durante estos meses hay que comer bien y sano y, siempre que sea posible, hacer ejercicio moderado. Una combinación de ambas cosas hará que poco a poco volvamos a usar los vaqueros de siempre. El deporte, además, sirve para liberar tensiones y elevar los niveles de energía: haz hueco una vez tengas la aprobación del médico, pero sin que suponga una carga. Si fuiste a clases de yoga prenatal, es el momento de volver a poner estos ejercicios en práctica para sintonizar cuerpo y mente en casa, y relajar la tensión muscular.

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