El reguetonero puertorriqueño Don Omar manifestó hoy que lo que más desea es que «se diga la verdad» y que el caso judicial por violencia doméstica que pesa contra él, por el que fue detenido el mes pasado, «culmine lo antes posible».
El cantante negó que él o su defensa hayan comprado el silencio de Rebeca López, a quien estuvo unido tres años, y aseguró que ni siquiera los representantes de ella saben donde está.
Contra el intérprete de «Danza kuduro», «Ciao bella», «Ojos chiquitos» o «Salió el sol» pesan seis cargos, incluidos violencia doméstica, maltrato y amenazas.
Don Omar, de 36 años, diez menos que López, fue detenido el pasado 17 de septiembre en su residencia en Vega Alta, ciudad al oeste de San Juan, y al cabo de 14 horas, quedó en libertad bajo fianza de 600.000 dólares y con un grillete electrónico, que no le impide viajar para continuar con su gira de presentaciones.
El reguetonero y su novia, que fue bailarina de sus espectáculos y luego gerente de sus cuentas en redes sociales, se separaron quince días antes de la detención de él, porque los dos buscaban «un espacio», debido a la carga de trabajo que tienen, dijo.
«Rebeca tiene todas las características que yo necesitaba y buscaba en una mujer y las sigue teniendo», aseguró el cantante puertorriqueño, quien dijo no poder abundar mucho en los hechos que llevaron a su detención porque quiere que afecten a la causa judicial.
A raíz de este proceso judicial, Don Omar compuso y grabó el tema «Soledad», que ya promociona y cuyo vídeo musical grabará en los próximos días en Miami junto al puertorriqueño Carlos Pérez, de la empresa Elastic People.