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Advierten que más de un millón y medio de personas mueren de tuberculosis en el mundo por año

Más de un millón y medio de personas muere cada año en el mundo de tuberculosis, sin embargo, tanto la sociedad como la comunidad médica subestiman la existencia de esta enfermedad curable ocasionando que el paciente llegue a estadíos muy avanzados, aseguraron especialistas al conmemorarse el 24 de marzo el Día Mundial de la Tuberculosis.

«La tuberculosis es una enfermedad que en el imaginario social no existe, y lo peor es que la comunidad médica tampoco la tiene presente y en muchos casos se llegan a diagnósticos muy tardíos», señaló a Télam Marcelo Vila, asesor regional en VIH de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud.

El especialista indicó que «si bien en los últimos años ha descendido su incidencia, existen en el mundo nueve millones de diagnósticos nuevos por año y se estima que un millón y medio de personas se mueren por tuberculosis».

En el mismo sentido, Omar Sued, director de Investigaciones Clínicas de la Fundación Huésped y miembro de la SADI (Sociedad Argentina de Infectología), sostuvo que «lo que uno ve es que cuando la persona llega al hospital se encuentra en un estado grave porque antes fue tratado por neumonía, o por cualquier otra enfermedad respiratoria y nadie le buscó tuberculosis».

La tuberculosis es causada por la Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que afecta los pulmones con mayor frecuencia. Una de cada tres personas en todo el mundo tiene tuberculosis latente, lo que significa que están infectadas pero no tienen ningún síntoma activo de la enfermedad y no pueden transmitirla.

La tuberculosis se transmite a través del aire cuando las personas afectadas por esta enfermedad tosen, estornudan o escupen y es curable en el 95 por ciento de los casos si se realiza el tratamiento en forma adecuada.

«Se estima que el 10 por ciento de las personas que toman contacto con la bacteria va a desarrollar la enfermedad, esto dependerá del estado del paciente y es por ello que las poblaciones más pobres, las personas con VIH y los inmunodeprimidos se encuentran más expuestos», sostuvo Sued.

En este sentido, la tuberculosis es la causa más frecuente de muerte de los pacientes adultos con VIH en los países en desarrollo por lo que se recomienda la realización del análisis de VIH a todas las personas con tuberculosis.

La OMS estableció como meta para 2035 la eliminación de la tuberculosis como problema sanitario: «Esto significa que pueden subsistir casos pero que deben ser pocos y aislados», explicó Vila.

Y añadió que «para ello la OMS instó a mejorar el desarrollo del tratamiento y del diagnóstico porque es imprescindible detectar y tratar si queremos disminuir los nuevos casos y las muertes».

«El tratamiento para la tuberculosis es una combinación de muchas drogas durante un periodo de al menos seis meses y hasta nueve, por eso, lograr la adherencia, es decir, la continuidad del paciente, no siempre es fácil», sostuvo Sued.

Y añadió: «La continuidad del tratamiento es central porque es lo que evita que la persona contagie. Si el paciente se va de alta del hospital a los dos meses con el vacilo ya indetectable y no continúa tomando la medicación entonces volverá a enfermarse y a transmitir».

Para mejorar la adherencia al tratamiento se han desarrollado pastillas que combinan las drogas. «Sin embargo, en la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, en el sistema público se sigue entregando una pastilla por cada droga, lo que hace que la persona llegue a tomar, por ejemplo, 13 pastillas por día», sostuvo.

El otro punto que menciona Sued «es la falta de lugares donde las personas con bajo recursos puedan completar su tratamiento después de la etapa aguda de la enfermedad».

«Concretamente, en el Hospital Fernández dimos el alta en estos días a una persona en situación de calle que debe seguir con el tratamiento durante seis meses más, ¿cómo podemos garantizar que eso suceda? Lo más probable es que abandone el tratamiento, vuelva a enfermar y esto no sólo es un peligro para él sino también para el resto de la sociedad», describió Sued.

En Argentina, según las últimas estadísticas, cada año se detectan alrededor de 10.000 nuevos casos y se producen cerca de 700 muertes. El 50 por ciento de los nuevos casos se dan en la población en edad productiva (20 a 44 años).

En referencia al tratamiento, central para frenar la trasmisión, del total de los casos de tuberculosis notificados en el país, el 30 por ciento no tuvieron consignado el resultado. De los casos para los cuales sí se contó con información, el 71,9 por ciento fue exitoso.

En cuanto a la detección, existen nuevo métodos para brindar un diagnóstico rápido (dos horas) ya que los tradicionales, si se debe recurrir a un cultivo, pueden tardar hasta dos meses.

Los síntomas más comunes de tuberculosis son la presencia en forma prolongada (más de semanas) de fiebre, tos, sudoración nocturna y pérdida de peso.

«Ante la existencia de estos síntomas es muy importante pensar que puede ser tuberculosis, hacer el test y en caso de dar positivo comenzar con el tratamiento, que es la mejor forma de prevención», concluyó Vila.

El Día Mundial de la Tuberculosis fue instituido para el 24 de marzo en conmemoración con la fecha en la que el médico Robert Koch presentó su descubrimiento del bacilo de la enfermedad.

Tomado de telam.com.ar

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