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Adiós a las estrellas: El brillo nocturno aumenta un 10% cada año

Adiós a las estrellas: El brillo nocturno aumenta un 10% cada año
Adiós a las estrellas: El brillo nocturno aumenta un 10% cada año

Santo Domingo, RD. – El brillo del cielo nocturno en zonas pobladas ha aumentado a un ritmo de casi un 10% anual en los últimos doce años, según un estudio basado en más de 50.000 observaciones realizadas por ciudadanos de todo el mundo. El aumento de la contaminación lumínica es perjudicial para la salud humana, para los ecosistemas y para disfrutar del espectáculo del cielo estrellado, advierten los autores de la investigación en la revista Science, donde hoy presentan sus resultados.

Los resultados del trabajo revelan que la contaminación lumínica ha aumentado en todo el mundo, aunque no al mismo ritmo en todas las regiones. En Europa, el aumento del brillo del cielo ha sido de un 6,5% anual en el periodo 2011-2022. Mientras que a nivel global ha sido de un 9,6% anual y en Norteamérica llega a un 10,4%.

La contaminación lumínica es perjudicial para la salud humana, para los ecosistemas y para disfrutar del cielo estrellado.

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Estas cifras superan a las que se habían calculado a partir de observaciones por satélite. Que habían estimado un aumento de contaminación lumínica de un 2% anual a escala global. Pero las observaciones realizadas con satélites no registran luces con longitudes de onda de menos de 500 nanómetros, señalan los autores de la investigación. Dado que las lámparas led que se han instalado en los últimos años emiten gran parte de su luz en estas longitudes de onda.

“Los leds en sí no son el problema; es el uso que hacemos de ellos que es problemático”, declara por correo electrónico Christopher Kiba.

El problema se ha agravado coincidiendo con la introducción de luces led en la iluminación urbana

Por otro lado, los instrumentos de los satélites son poco sensibles a las luces emitidas en dirección horizontal.

Para conseguir una estimación más precisa de la contaminación lumínica, los investigadores han recurrido a datos del proyecto de ciencia ciudadana Globe at Night. En este proyecto se ofrecen diferentes mapas del cielo nocturno a los ciudadanos y se les pide que indiquen cuál se parece más a lo que ven allí donde se encuentran. De este modo se puede saber cuántas estrellas se pueden ver desde un punto de observación en cada momento. Qué magnitud (o brillo) debe tener una estrella para ser visible y cómo evolucionan las condiciones de observación a lo largo del tiempo en cada lugar.

«Es necesaria más concienciación para percibir la luz artificial nocturna como el contaminante que realmente es», afirman dos especialistas

Los resultados indican que no hay ninguna región del mundo en que se haya registrado un descenso de la contaminación lumínica.

“Mirando imágenes del hemisferio nocturno de la Tierra tomadas desde la Estación Espacial Internacional, la gente suele sorprenderse por la ‘belleza’ de las luces de las ciudades. Como si fueran luces en un árbol de Navidad. No perciben que son imágenes de polución”, escriben Fabio Falchi y Salvador Bará, especialistas en contaminación lumínica de la Universidad de Santiago de Compostela, en un artículo de opinión que se publica en Science junto a los resultados de la investigación.

Es necesaria más concienciación para percibir la luz artificial nocturna como el contaminante que realmente es. (…) La pérdida del cielo estrellado es una pérdida para todas las culturas.

“Los leds en sí no son el problema; es el uso que hacemos de ellos que es problemático”, declara el primer autor de la investigación.

Más contenido por Redacción CDN

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