Santo Domingo, RD.- La alfombra de los Oscar es una fiesta de las preguntas con respuestas obligadas y de las galimatías. ¿Cómo te sientes?, como si le fuesen a decir «Pésimamente mal«. O ¿Qué tan emocionada te sientes? Como si alguien le fuese a decir: «7», o «3».
Pasan como pasa la farándula, los miembros del elencos de Code, quienes son entrevistados y responden con el lenguaje de señas. Y enseguida Will Smith y su esposa, arrastrando literalmente un vestido, con el cual evidentemente pasa trabajo al avanzar. Aunque a decir verdad su vestido se ve bien, por el nivel de texturas que logra en la parte inferior mientras de la cintura para arriba es de otra densidad pero todo en verde esmeralda.
Uno de los mejores vestidos que han desfilado es el que lleva Zendaya, a dos piezas. Nicole Kidman va de un azul tenue casi gris, Ariana DeBose con un vestido rojo en top y pantalón con una cola, Jessica Chastain con otro vestido sexy y maravilloso, entre dulce y vibrante con un color malva tenue y dorado rojizo al pecho. De hecho mucho rojo en la alfombra… roja.
Pasa Spielberg con su mujer Kate Capshow. Rita Moreno con sus 90 años como si fueran 60. Alana Haim con un vestido de grandes escamas a color perla, sobriedad hecha juventud. Becky G elegantísima y sobria.
Pasa Billie Eillish con muchos plisados, muchos detalles, desnudo al hombro, totalmente negro, a su lado su hermano Finneas. Kirsten Dunas también va en rojo y encajes. Eugenio Derbez va con su smoking, el franco-canadiense Denis Villeneuve lo lleva en blanco. Pasó conservador como Derbez, Tim Cook, CEO de Appel. Y la neozelandesa Jane Campion. También Bradley Cooper altísimo y su señora madre muy bajita a su lado.
Kristen Steward que interpretó a la princesa Diana, llegó en short cortito, rompiendo barreras, de negro con una blusa blanca y una chaqueta negra.
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Penélope Cruz de negro y la kenyano-mexicana Lupita Nyong’o con un vestido florido en detalles de pedrerías y escamas donde el oro y el rojo sobresalen en los relieves, también llaman la atención. De rojo va la actriz Rosie Perez.
Kodi Smit-McPhee, contraparte de Cumberbatch en la película que encabeza las quinielas para la estatuilla de traje azul celeste y zapatos blancos. Paolo Sorrentino, el gran director italiano de La gran belleza, lleva un lazo en la solapa y el actor afroamericano Wesley Snipes, con smoking rojo vino, mientras Sebastián Yatra llegó con un smoking rosado y mariposa negra. Otra de rojo, la actriz canadiense Amy Forsyth con un vestido elegantísimo.
Y hay más mucho más, pero ya comienza la gala.
