El concurso de Miss Universo 2023 que se desarrolló en El Salvador captó la atención por varios sucesos de alta carga simbólica que generaron discusión en las redes sociales. Nunca antes hubo tanta innovación, pero tampoco tanta polémica.
Estos hitos han revolucionado el concepto tradicional de Miss Universo o, mejor dicho, del estereotipo que se tiene de ‘belleza’ en este tipo de concursos. No obstante, lo irónico está en que la ganadora, Miss Nicaragua, se ajusta precisamente al parámetro habitual de la historia del certamen.
La nicaragüense Sheynnis Palacios tiene 23 años y un largo historial como modelo y concursante de reinados. Incluso ha sido Reina del Café.
Nuevas sensibilidades
De todos modos, el concurso de este año pasará a la historia por estas innovaciones. Primero, la nepalí Jane Dipika Garret accedió al grupo de las 20 finalistas, en un triunfo para las mujeres de talla grande o ‘plus size’ Garret, de 22 años, ha sido modelo y enfermera. Es estadounidense de nacimiento y vivió en Washington D.C, pero su familia es de Nepal y vive en el país asiático desde 2018.
El otro hecho impactante es que también se clasificó en el Top 20 la representante de Portugal, Marina Machete. La modelo es una de las dos mujeres transgénero que concursó en este certamen. Otro acontecimiento fue que la pakistaní Erica Robin accedió al Top 20.
Ella pertenece a la minoría cristiana de Pakistán, país de mayoría islámica que por primera vez envía una representante a Miss Universo.
Sin embargo, Miss Nepal, Miss Portugal y Miss Pakistán quedaron fuera del Top 10. Miss Colombia, madre y esposa.
El cuarto hito fue que Miss Colombia, Camila Avella, se convirtió en la primera madre que accede al Top 5. Con 28 años, la periodista y modelo. La representante de Ecuador, Delary Georgette Stoffers Villón, no accedió al Top 20.
