Tras ser internado el pasado sábado por COVID-19, la salud de Mario Vargas Llosa evoluciona favorablemente. Su hijo, Gonzalo Vargas Llosa, dijo que el Premio Nobel está estable y recibe el constante apoyo de su familia, incluso podría recibir el alta en los próximos días si todo sigue como hasta ahora.
«Está estable felizmente, pero bueno, todavía un poco delicado así que aún permanece en el hospital», declaró a Europa Press, resaltando que tanto la familia como los médicos se muestran optimistas de que en unos días pueda regresar a casa.
A pesar del gran susto, Gonzalo comenta que han tenido el apoyo de «centenares de personas que nos han escrito y han llamado para solidarizarse con él y con la familia, y para preguntar por su estado de salud». «La verdad que muy emocionante», agregó.
Isabel Preysler no ha mostrado interés por la salud del escritor
Además de brindar alcances sobre la salud de su padre, Gonzalo reveló que la socialité Isabel Preysler, quien mantuvo un romance de 7 años con Mario Vargas LLosa, no ha mostrado interés por las preocupantes informaciones.
«Mira, como te decía, hemos recibido centenares de llamadas y mensajes. Yo no he visto ninguno de la persona que usted menciona, pero sí de muchísima gente y eso de verdad que ha sido muy conmovedor para nosotros», aclaró.
Aunque todavía se desconoce la fecha en la que el nuevo miembro la Academia de la Lengua de Francia abandonará el centro médico, Gonzalo ha querido aclarar que, aunque su padre está aislado, tanto su madre como sus hermanos pueden estar en un espacio aislado muy cerca de él.
«Lo podemos ver y a través de una ventana podemos tener contacto con él. Estamos toda la familia y nos estamos turnando para que siempre haya alguien con él», indicó. Sin embargo, todos son conscientes de que, a sus 87 años, el escritor no deja de ser un paciente de riesgo a pesar de sus buenas condiciones físicas.
