Falta menos de un mes para el estreno de Barbie, la nueva película de Greta Gerwig en la que Margot Robbie y Ryan Gosling se meten en la piel de la muñeca más famosa del mundo y su novio para trasladarnos al fantástico mundo de Barbieland y demostrarnos cómo es la vida de color de rosa.
Hemos visto las fiestas que la muñeca de Mattel monta en su casa a ritmo de Dua Lipa, Karol G ha puesto a Barbie a perrear, Nicki Minaj y Ice Spice nos han traído de vuelta el famoso éxito de Aqua y los posters promocionales nos han enseñado a actrices como Emma Mackey, Issa Rae y Emerald Fennell como Barbie Premio Novel de Física, Barbie presidenta y la en su momento polémica muñeca Midge, entre otras muchas Barbies y Kens.
Sin embargo, nada ha sido suficiente para calmarnos en esta eterna espera hasta el 20 de julio, día en que por fin podremos ver las aventuras de Barbie en su viaje al mundo real, donde nada es tan fácil como andar de puntillas todo el día, ir a la playa, organizar chupifiestas y volar desde un segundo piso hasta un coche rosa.
Hace unas semanas, Greta Gerwig analizaba la casa construida en los estudios de Warner Bros. para la película, esa DreamHouse rosa en la que no existe la privacidad y en la que tuvieron que hacer muchos juegos de escala para crear el efecto de una verdadera casa de muñecas.
Al ver ese sueño color fucsia, lo único que podíamos pensar era que ojalá poder vivir en una casa como la de Barbie. Pues bien, parece que, al final, algunos afortunados sí podrán experimentar lo que es ser una Barbie o un Ken en Barbieland.
