Hace ocho años que J.K. Rowling escribió el punto y final a la historia que la catapultó a la fama. Harry Potter terminaba su andadura literaria en 2007, y cuatro años después se despedía también de su idilio con la gran pantalla. Pese al paso del tiempo, los fans de la saga mágica no han olvidado al «niño que sobrevivió» y le han rendido culto elaborando teorías, como la que justifica el universo del joven mago con su locura.
Pero, con el «spin-off» pendiente de estreno (verá la luz el 18 de noviembre de 2016 con Eddie Redmayne de protagonista), la imaginación de los seguidores de Harry Potter se ha disparado más que nunca.
Según la revista «Time», un usuario insinuó en Twitter que la escritora británica había planeado introducir una escena de sexo en el cuarto libro de la saga mágica, pero finalmente su editor la convenció de la poca idoneidad de su propósito, pues podría herir la susceptibilidad de los padres de los lectores de sus novelas.
J.K. Rowling, muy activa en Twitter sobre todo desde que ha trascendido su colaboración en el guión de «Animales fantásticos y cómo encontralos», ha negado en su cuenta personal el comentario del fan.
De hecho, en las películas no hay ninguna mención al sexo, tan solo un par de besos, castos, entre Harry Potter y, primero Cho Chang, y más tarde la que sería la mujer de su vida, Ginny Weasley. ¿Significa esto que la historia del joven mago terminó sin que el perdiese la virginidad? Quizás, en un par de años, a la escritora británica se le ocurra resolver la situación y captar a un nuevo público con esa nueva historia.
