El merengue se considera parte integrante de la identidad nacional de la comunidad dominicana y, además, desempeña un papel activo en numerosos ámbitos de la vida diaria de la población: la educación, las reuniones sociales y amistosas, los acontecimientos festivos e incluso las campañas políticas electorales.
El 26 de noviembre de 2005 esta práctica cultural tradicional obtuvo un reconocimiento público con la publicación de un decreto presidencial por el que se proclamó el Día Nacional del Merengue.
Los dominicanos conmemoran con orgullo el Día Nacional de Merengue, un género musical que fue declarado por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en diciembre de 2016, y que recientemente logró entrar al Libro Guinness de Récords por el mayor número de parejas bailándolo de manera sincronizada.
Este 2019 ha sido un año de muchos frutos para veteranos como Johnny Ventura, quien acaba de celebrar en el Coliseo de Puerto Rico sus más de seis décadas en el arte; Wilfrido Vargas, Eddy Herrera, Sergio Vargas, Peña Suazo, Jossie Esteban, Fernando Villalona, Los Hermanos Rosario, Kinito Méndez, Pochy Familia, Héctor Acosta, Alex Bueno, Juan Luis Guerra, Belkis Concepción, Miriam Cruz, Fefita La Grande y Milly Quezada, y para una caterva de talentos más nuevos como Gabriel, Manny Cruz, Ala Jaza, Silvio Mora y Omega, por citar solo algunos. Estos intérpretes han convertido en himnos muchas de sus canciones en un género que vivió su mayor esplendor en los años 80 y 90, en la llamada “poca dorada del merengue”, cuando trascendieron figuras de la talla de Aramis Camilo, Charlie Rodríguez, Diómedes Núñez, Pablito Martínez, Eddy Rafael, Kaki Vargas, Charlie Rodríguez, Henry García, El Zafiro, Diomedes, Raffy Matías y Ray Polanco, entre muchos otros talentos.
¿Quién no ha bailado o cantado temas como “El merengón”, “Ese diente de oro”, “El negrito del batey” y “El tabaco”, entre otros que han trascendido de generación en generación. Como todos los ritmos, el merengue también ha sufrido sus altas y sus bajas y, aunque quizás en la actualidad no sea el género mejor posicionado en la radio, sí goza de gran aceptación en escenarios, gracias a la labor que realizan veteranos y nuevos exponentes como Gabriel, Manny Cruz y Ala Jaza, entre otros.
Sobre el particular, Gabriel, quien con su “Morisoñando Tour” reventó hace poco el Palacio de los Deportes y busca hacer lo mismo este sábado en la Arena del Cibao (Santiago), entiende que “cada dominicano debe sentir orgullo de que un género nuestro sea exaltado no solo en el país, sino a nivel mundial”. El intérprete de “A tan solo una hora” y ganador de varios Premios Soberano consideró que más que celebrar este día, “es una oportunidad para que nos demos cuenta del valor que tiene nuestra cultura”.
De su lado, Manny Cruz, quien ha sabido llevar su traje de merenguero bien puesto siendo reconocido a nivel nacional e internacional, dijo que “no ha habido un Día del Merengue que reciba tan alegre como lo está haciendo con este”. Manifestó agradecimiento por lo que ha pasado con su proyecto desde el pasado año hacia acá.
Para Ala Jaza, quien con su propio estilo ha sabido conquistar el corazón de muchos fanáticos, el merengue lo es todo en su vida. Dijo que se siente feliz porque el género “está viviendo una época buena, aunque debe haber mayor esfuerzo por parte de sus exponentes”.
“La pionera”, Belkis Concepción, quien no concibe su vida sin el merengue, no se cansa de llevar su música “con mucho orgullo” a playas extranjeras.
“Una de mis satisfacciones es cuando veo el valor que le dan fuera de aquí, por ejemplo, en Colombia. El merengue siempre ha traspasado fronteras”, afirmó la fundadora de la emblemática orquesta “Las chicas del can”. Es por esta razón que afirma que si vuelve a nacer, quiere volver a ser merenguera y más allá de la muerte
Ramón Orlando insiste en el respaldo radial
El Día Nacional del Merengue fue institucionalizado mediante decreto 619-05 del 11 de noviembre de 2005, en honor a que en 1854 apareció publicado por primera vez el vocablo “merengue” en el periódico El Oasis.
El maestro Ramón Orlando fue enfático en decir que: “es el mejor día del mundo, porque es el día de la música más alegre que le ha dado Cristo a la humanidad”. Empero, aprovechó la ocasión para solicitarle al Gobierno la implementación de dos emisoras que se dediquen exclusivamente a la difusión de ese género para que las nuevas generaciones tengan mayor oportunidad de escalar como artistas. “Aquí en la Capital no hay donde tocar un merengue, eso da pena, solamente hay programas especializados los fines de semana y, como son de músicas clásicas, es muy difícil colocar un tema nuevo”, lamentó el intérprete de “No hay nadie más’.
Por: Karina Jiménez
