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No hubo pruebas de estrés del sistema del Boeing 737 MAX que llevó a dos catástrofes

ESTADOS UNIDOS.-Ingenieros de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) no entendían del todo el funcionamiento del sistema automatizado de estabilización MCAS, con el que Boeing equipó sus modelos 737 MAX, y que desempeñó un papel significativo en la caída de dos aviones, cobrándose la vida de todas las personas a bordo.

A esta conclusión ha llegado The New York Times tras hablar sobre el tema con más de una decena de empleados actuales y extrabajadores del organismo regulatorio y Boeing, que apuntaron a un deficiente proceso regulatorio.

Así, el diario ha descubierto que la FAA nunca había asesorado de manera independiente sobre los riesgos que presentaba el ‘software’ MCAS, lo cual no le impidió dar el visto bueno a los aviones en 2017. Boeing llevó a cabo su propio asesoramiento y el regulador no hizo pruebas de estrés.

Los cambios internos de la FAA dejaron a dos ingenieros sin mucha experiencia a cargo del control de los primeros trabajos de Boeing en el sistema MCAS, que no conocían los entresijos de su funcionamiento. Una nueva versión del sistema supuso más riesgos, ya que se basaba en un solo sensor y podía inclinar el morro del avión con una amplitud mucho más grande.

Como no era obligatorio, Boeing no presentó ante la FAA una evaluación formal del MCAS tras introducir los cambios. El piloto de la agencia regulatoria que realizó los vuelos de prueba del 737 MAX estaba al tanto de los cambios, pero su trabajo consistía en evaluar el vuelo, no la seguridad del sistema, y así la agencia calificó la aeronave como segura.

Por su parte, desde la FAA aseguraron que la certificación de los Boeing 737 MAX «incluyó 110.000 horas de trabajo por parte del personal de la FAA, entre ello vuelos o apoyo a los 297 vuelos de prueba», y las aeronaves cumplieron con todas las normas y requisitos de la entidad.

Fuente: El País 

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