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Merkel insiste en que la mascarilla es «irrenunciable» para contener la pandemia

Agregó que la mascarilla sirve para protegerse a uno mismo y a los demás

La canciller alemana, Angela Merkel, se pronunció a favor de mantener la obligatoriedad de usar mascarilla en espacios públicos donde no se pueda mantener la distancia mínima y respondió así al debate surgido este fin de semana sobre un pronto levantamiento de esta medida al menos en los comercios.

El portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert, reiteró en conferencia de prensa la postura de la canciller y del gobierno de que en cualquier lugar de la vida pública donde la distancia mínima no quede garantizada «las mascarillas son un medio importante y desde el punto de vista actual irrenunciable para mantener bajo el número de contagios».

Agregó que la mascarilla sirve para protegerse a uno mismo y a los demás, por lo que «ya sea en el autobús, en el metro o en el comercio minorista, la idea es mantener la obligatoriedad de llevar mascarilla», más aún ahora, en las vacaciones de verano, durante las que la movilidad está de nuevo aumentando con fuerza, subrayó.

Señaló que mucha gente está viajando y también regiones con un número quizás reducido de casos de contagio con el coronavirus están recibiendo ahora a gente de otras partes del país.

«Esta nueva movilidad es de celebrar, nos facilita la vida y la hace más bonita, pero tiene que ir acompañada del cumplimiento de las reglas que en los últimos meses y hasta ahora nos han ayudado tan bien en la lucha contra la pandemia», dijo al referirse al distanciamiento, las normas de higiene y el uso de la mascarilla.

También Norbert Walter-Borjans, copresidente de los socialdemócratas, socios de coalición del bloque conservador de Merkel, se pronunció anoche en contra de renunciar a la mascarilla en el pequeño comercio.

En una conversación con el diario «Bild» señaló que había hablado con la canciller del tema y que ambos están de acuerdo en que «el uso de la mascarilla en el pequeño comercio es una exigencia, pero no una exigencia exagerada».

El ministro de Sanidad, Jens Spahn, por su parte, escribió en su cuenta de Twitter, que entiende «la impaciencia y el deseo de normalidad».

«Pero el virus sigue aquí. En los espacios cerrados en los que la distancia necesaria no está siempre garantizada, la mascarilla sigue siendo conveniente. Así nos tenemos en cuenta y nos protegemos los unos a los otros», agregó.

Fuente: EFE

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