Santiago.- El ingeniero Manuel Estrella, miembro de la junta de directores de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PCUMM), se expresó en el sepelio de Monseñor Agripino Núñez Collado.
En sus palabras de despedida, Estrella resaltó los roles de Núñez Collado como “religioso, mediador y educador. Lo más importante fue su fe de hierro, sin ella no le hubiera sido posible vencer las dificultades que presentó sobre la tierra».
Monseñor cultivaba la reflexión, pero su misión pastoral fueron la educación y la mediación. Pero la misión de mediación fue una asignada por la iglesia, en el dialogo tripartito, junto al cardenal López Rodríguez y a monseñor Francisco Arnaiz, en la reunión en Jarabacoa, resaltó Estrella.
Su gran obra fue la Universidad Pontificia Madre y Maestra, su mayor orgullo eran los egresados de esta universidad. Uso toda su inteligencia en hacer una universidad para elites académicas, pero con el enorme plan social del crédito educativo. Lo que permitió que los más pobres pudieran tener acceso a la mejor educación. Yo soy un ejemplo de esos que pudimos estudiar en esta universidad gracias al crédito educativo, razón por la que le tuve y tendré siempre un agradecimiento perruno.
Monseñor promotor de la cultura de diálogo
Su rol de mediador lo definió como el “creador de la cultura de dialogo”, desde el emblemático dialogo tripartito en las montañas se Jarabacoa hasta el actual Consejo Económico y Social. Han sido los escenarios donde se ha construido, no solo la paz laboral y social que aun disfrutamos, sino que también, el fortalecimiento de nuestras instituciones. Como lo expresó el presidente de la republica “su mayor aporte no se ve, porque fue lo que no llego a pasar gracias a su mediación”.
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Monseñor nunca aspiró ni a reconocimientos ni a glorias, sus mediaciones más exitosas y sus mayores contingencias políticas nunca las escribió. Prefirió llevarse a la tumba sus mediaciones, las más complicadas que tantas veces salvaron la paz social del país. Rechazo el doctorado honoris causa. El cual había sido otorgado por la universidad, alegando que no había trabajado por reconocimiento, indicando que el cristiano es camino que se usa y se olvida.
Gracias en gran parte a su gestión, se hizo la Corporación Zonas Francas, los juegos centroamericanos Santiago 86, el aeropuerto Internacional del Cibao. Además, el hospital Metropolitano de Santiago. Monseñor fue un real instrumento de desarrollo para la ciudad, la región y el país.
Núñez Collado era en extremo reservado con relación a su vida privada. Durante los últimos años su salud se fue deteriorando a tal grado que recibió desde quimioterapia hasta cirugías. Pero a pesar de esto nunca se quejó y continúo trabajando por el bien social.
Fundación Polanco Brito
Su patrimonio lo dejó todo bajo acto notarial a la fundación Polanco Brito, para uso exclusivo del programa de crédito educativo. El crédito educativo fue su gran labor social, de modo que hasta en la muerte continuara su aporte a la universidad.
Ojala que el país no tenga la necesidad de extrañarle, sus hijos espirituales sabremos siempre escuchar su voz inconfundible. Nunca olvidaremos su gesta, su aporte y su entrega.
Su obra permanecerá. Descanse en paz.
