Internacionales

Honduras reabre la economía entre recelos por el aumento de casos de COVID-19

Honduras, con más del 60 % de sus 9,3 millones de habitantes en la pobreza

Tegucigalpa.- Honduras, el tercer país de Centroamérica más golpeado por la pandemia de la COVID-19, inició este lunes una «reapertura inteligente» de su débil economía, luego de casi tres meses de confinamiento forzado, con el recelo de médicos por el acelerado aumento de contagios en los últimos días.

Muchos hondureños volvieron a sus puestos de trabajo después de que el Gobierno flexibilizara el cierre impuesto a la actividad económica en marzo para tratar de frenar al coronavirus SARS-CoV-2, lo que seguirá hasta la vuelta a la normalidad, que pudiera producirse a finales de agosto, según proyecciones de fuentes oficiales.

Honduras, con más del 60 % de sus 9,3 millones de habitantes en la pobreza, y altas tasas de informalidad, busca dar un respiro a su economía, que ha sido muy afectada por la enfermedad mortal, que además ha puesto en peligro unos 400.000 empleos en el país, según autoridades del Gobierno y la empresa privada.

El canciller hondureño, Lisandro Rosales, dijo en la víspera que la reactivación económica es «una medida necesaria para garantizar la seguridad alimentaria de la población».

«Esperamos que esta apertura prudente permita a todos los empresarios sensatos reponer en gran medida esos puestos de trabajo, aquí todos hemos hecho un sacrificio y hemos tenido que dar ese plus en beneficio de la sociedad», subrayó Rosales.

La decisión de la reapertura gradual se produce luego de un análisis de las recomendaciones hechas por las autoridades sanitarias y las demandas del sector económico, lo que genera dudas y preocupación entre especialistas, que consideran que el proceso llega en una fase crítica de la pandemia.

En los municipios -298 en total tiene el país- con menos incidencia de la COVID-19, las empresas podrán reabrir hasta con el 60 % de sus empleados; en tanto que en las regiones con más casos, solo podrá retornar el 20 %, según la primera fase de la reapertura económica.

NUEVA ACELERACIÓN DE LOS CONTAGIOS

Aunque todos los sectores consideran que es importante reactivar la economía, de manera gradual, la actividad podría elevar los contagios, que ya van por los 6.327, y los muertos suman 258, han advertido los médicos especialistas que están al frente de la lucha contra la pandemia de la COVID-19.

La neumóloga Suyapa Sosa, presidenta de la Asociación de Médicos del Instituto Nacional Cardiopulmonar, en Tegucigalpa, dijo a Efe que el coronavirus llegó a «terminar de desestabilizar» la economía y el sistema de salud de Honduras.

«Nos da terror ver a los pacientes en carpas, como lo estamos viendo en el Hospital Escuela (en Tegucigalpa), o que los pacientes estén sentados afuera esperando un cupo», enfatizó.

Desde su perspectiva, frenar la pandemia, además de las medidas de confinamiento, requiere identificar las personas infectadas, confirmar su contaminación con una prueba de diagnóstico, tratarlas y ponerlas en cuarentena.

Sobre la reapertura de la economía, Sosa dijo que el proceso le causa «terror», por lo que le pidió a la población «rezar» por el riesgo que implica abrir los negocios cuando el país vive una fase crítica de la enfermedad.

«Tenemos mucho temor, no creemos que (la reapertura) sea tan inteligente, pero sabemos que es algo que tiene que hacerse. Muy difícil, lamentablemente no se hicieron todas las medidas que se tenían que hacer hace mucho tiempo», subrayó.

Las empresas deben actuar de «manera inteligente» para evitar el contagio entre sus empleados, señaló Sosa, quien considera que los casos seguirán al alza, porque aún no se ha llegado al pico.

Honduras, el tercer país de Centroamérica más golpeado por la pandemia de la COVID-19, inició este lunes una «reapertura inteligente» de su débil economía, luego de casi tres meses de confinamiento forzado, con el recelo de médicos por el acelerado aumento de contagios en los últimos días.

Muchos hondureños volvieron a sus puestos de trabajo después de que el Gobierno flexibilizara el cierre impuesto a la actividad económica en marzo para tratar de frenar al coronavirus SARS-CoV-2, lo que seguirá hasta la vuelta a la normalidad, que pudiera producirse a finales de agosto, según proyecciones de fuentes oficiales.

Honduras, con más del 60 % de sus 9,3 millones de habitantes en la pobreza, y altas tasas de informalidad, busca dar un respiro a su economía, que ha sido muy afectada por la enfermedad mortal, que además ha puesto en peligro unos 400.000 empleos en el país, según autoridades del Gobierno y la empresa privada.

El canciller hondureño, Lisandro Rosales, dijo en la víspera que la reactivación económica es «una medida necesaria para garantizar la seguridad alimentaria de la población».

«Esperamos que esta apertura prudente permita a todos los empresarios sensatos reponer en gran medida esos puestos de trabajo, aquí todos hemos hecho un sacrificio y hemos tenido que dar ese plus en beneficio de la sociedad», subrayó Rosales.

La decisión de la reapertura gradual se produce luego de un análisis de las recomendaciones hechas por las autoridades sanitarias y las demandas del sector económico, lo que genera dudas y preocupación entre especialistas, que consideran que el proceso llega en una fase crítica de la pandemia.

En los municipios -298 en total tiene el país- con menos incidencia de la COVID-19, las empresas podrán reabrir hasta con el 60 % de sus empleados; en tanto que en las regiones con más casos, solo podrá retornar el 20 %, según la primera fase de la reapertura económica.

NUEVA ACELERACIÓN DE LOS CONTAGIOS

Aunque todos los sectores consideran que es importante reactivar la economía, de manera gradual, la actividad podría elevar los contagios, que ya van por los 6.327, y los muertos suman 258, han advertido los médicos especialistas que están al frente de la lucha contra la pandemia de la COVID-19.

La neumóloga Suyapa Sosa, presidenta de la Asociación de Médicos del Instituto Nacional Cardiopulmonar, en Tegucigalpa, dijo a Efe que el coronavirus llegó a «terminar de desestabilizar» la economía y el sistema de salud de Honduras.

«Nos da terror ver a los pacientes en carpas, como lo estamos viendo en el Hospital Escuela (en Tegucigalpa), o que los pacientes estén sentados afuera esperando un cupo», enfatizó.

Desde su perspectiva, frenar la pandemia, además de las medidas de confinamiento, requiere identificar las personas infectadas, confirmar su contaminación con una prueba de diagnóstico, tratarlas y ponerlas en cuarentena.

Sobre la reapertura de la economía, Sosa dijo que el proceso le causa «terror», por lo que le pidió a la población «rezar» por el riesgo que implica abrir los negocios cuando el país vive una fase crítica de la enfermedad.

«Tenemos mucho temor, no creemos que (la reapertura) sea tan inteligente, pero sabemos que es algo que tiene que hacerse. Muy difícil, lamentablemente no se hicieron todas las medidas que se tenían que hacer hace mucho tiempo», subrayó.

Las empresas deben actuar de «manera inteligente» para evitar el contagio entre sus empleados, señaló Sosa, quien considera que los casos seguirán al alza, porque aún no se ha llegado al pico.

Fuente: EFE

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