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Un hombre mata a su hijo de 11 años antes de entregarlo a su madre y se suicida en España

España.– El aviso llegó el jueves pasadas las 11 de la noche. El niño no había llegado a la hora prevista a la casa de su madre. David S. O. no lo devolvió cuando debía.  Agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil acudieron a su casa, en Beniel (Murcia), tras la llamada. Llevaban una llave, facilitada por un familiar, pero no consiguieron abrir.

Lo hizo un cerrajero. Encontraron al niño muerto con heridas de arma blanca y al padre ahorcado. El hombre tenía antecedentes por violencia de género y había quebrantado una orden de alejamiento.

El cuerpo del menor estaba tendido entre el pasillo y el baño. En la cocina estaba el del padre. Antes de que accedieran al lugar, los familiares habían avisado a las fuerzas de seguridad de que David S. O. había tenido algún comportamiento suicida en el pasado.

La principal hipótesis, a la espera del resultado de la autopsia, es que el padre, de 39 años, mató a su hijo menor y después se suicidó. Desde 2013, cuando estos crímenes fueron incluidos en la estadística oficial de violencia de género, 27 menores han sido asesinados por sus padres o las parejas o exparejas de sus madres.

Es lo que se conoce como violencia vicaria, hacer el mayor daño posible a la madre a través de los hijos. «Es un claro ejemplo de violencia contra la pareja, en la que el parricida le ha dado donde más le duele», ha explicado la alcaldesa de Beniel, María Carmen Morales (PSOE).

David S. O. estaba separado de su esposa, Elena, desde hacía un par de años. Tenían dos hijos en común. El mayor está a punto de cumplir la mayoría de edad. La expareja residía en Beniel, un pueblo pequeño, dedicado a la agricultura y la industria alimentaria situado justo en la frontera con la provincia de Alicante. Basta cruzar una calle para pasar de la Región de Murcia a la Comunidad Valenciana. Los dos eran casi vecinos, la residencia de ella está a unos 100 metros de la de él, en una calle paralela.

Los hijos vivían con la madre y habían acordado un régimen de visitas, que aún no se había formalizado en el juzgado. Él podía estar con los chicos los martes y los jueves. Algunos vecinos comentan que en los últimos días él iba «muy desastrado y desaseado». Un familiar lejano ha asegurado que estaba enfermo de cáncer. Según su relato, un hermano de Daniel S. O. que también padecía esta dolencia se suicidó hace años.

Fuente: El País 

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