Internacionales

Hasta 25 millones de personas al borde de la pobreza por COVID en Asia-Pacífico

Entre las personas que han perdido su trabajo destacan en especial las mujeres y los jóvenes

Bangkok.- Hasta 25 millones de personas de Asia-Pacífico se encuentran en peligro de caer en la pobreza a raíz de los efectos económicos provocados por la pandemia de la COVID-19, señala este martes un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Con este incremento, el ente internacional cifra en entre 94 y 98 millones el total de las personas de la región que pueden pasar a vivir con menos de 1,9 dólares (1,57 euros) al día.

El informe resalta el descenso en horas laborales de un 15 por ciento durante el segundo trimestre del año, cuando los países cerraron sus fronteras y varios obligaron a sus ciudadanos a permanecer confinados en sus hogares, lo que se ha traducido en un efecto «devastador» en la caída de los ingresos.

La crisis económica por la covid-19 se ha cobrado alrededor de 81 millones de puestos de trabajo y todas las economías de Asia-Pacífico sin excepción se han visto afectadas y han registrado una mayor tasa de desempleo.

Entre las personas que han perdido su trabajo destacan en especial las mujeres y los jóvenes.

«Los bajos niveles de cobertura de la seguridad social y la limitada capacidad institucional en muchos países dificultan las ayudas a empresas y la recuperación para trabajadores. Una situación que se agrava aun más cuando existe una gran economía informal», dice Chihoko Asada Miyakawa, subdirectora general de la OIT y directora regional para Asia-Pacífico.

Los expertos de la OIT apuntaron en una conferencia de prensa virtual a que la recuperación económica tomará más de dos años y que todavía esperan que surjan otros efectos adversos en la economía por la pandemia.

El informe incide en que la crisis resaltará aún más las desigualdades en la región y acusa a los gobiernos de una respuesta fiscal «insuficiente», con especial énfasis en las economías en desarrollo.

«Dada la creciente evidencia de que las políticas de protección social y empleo salvan empleos e ingresos, la esperanza es que la crisis genere una inversión más permanente y mayor en los elementos necesarios para impulsar la resiliencia y promover un futuro del trabajo más centrado en las personas», zanja a modo de lectura positiva Sara Elder, economista de la OIT para Asia-Pacífico y autora principal del informe.

Fuente: EFE

Más noticias