Económicas

Comentario económico: El apoyo a las empresas y a los empleados

La gran incertidumbre es lo que pasará en enero

Santo Domingo.- Los gobiernos de distintos países han puesto en marcha programas de apoyo a las empresas y a sus empleados para reducir el impacto negativo de la pandemia del COVID-19. Ayer se reveló que el Reino Unido, donde se está registrando un aumento de los casos de la enfermedad, extenderá por seis meses la ayuda que se otorga a las empresas que no pueden mantener a sus empleados en nómina. Esa decisión es un cambio de rumbo, pues se había anunciado que ese programa de ayuda terminaría a final de este mes.

Otros países tienen programas de apoyo similares. En Alemania se ejecutan medidas de apoyo al salario para minimizar la cantidad de despidos y asegurar un ingreso adecuado a los trabajadores. En los Estados Unidos también se implementan ayudas directas a las empresas para que no despidan a su personal.

En el caso de la República Dominicana se han puesto en marcha los programas Quédate en Casa, FASE y Pa’Ti, con el objetivo de asegurar empleos e ingresos a muchos dominicanos. Esos programas, al igual que los implementados por otros países, constituyen una carga significativa sobre las finanzas públicas. Una parte de los 3,800 millones de dólares, que se acaban de obtener mediante la colocación de bonos soberanos en los mercados de capitales internacionales, se utilizará para financiar esos programas de apoyo social hasta diciembre de 2020.

La gran incertidumbre es lo que pasará en enero. El ministro de Hacienda, Jochi Vicente, dejó entrever en una reciente entrevista que no se tiene certeza de la capacidad del gobierno del presidente Abinader de poder financiar esos programas de ayuda más allá de diciembre.

En consecuencia, los agentes económicos deben incorporar la posibilidad de que se suspendan esos ingresos a partir del año que viene. Esto implicaría realizar ahorros, para los tiempos malos, en caso de los trabajadores que pueden perder su empleo y, en el caso de los empresarios, deberán verificar cuáles empleados, lamentablemente, se deberán despedir y cuáles gastos recortar para mantener su negocio con vida. Ese posible resultado debe también ser analizado e interiorizado por la banca, para minimizar la posibilidad de que la suspensión de los programas de ayuda le aumente la cartera morosa y le afecte sus indicadores de solvencia.

Por: Jaime Aristy Escuder

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