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Argentina profundiza cierre de locales y oficinas en segundo año de pandemia

Un 25,4% de las oficinas en el microcentro estaban vacías al primer trimestre

Buenos Aires.- Pese a que el nivel de actividad es mayor que meses atrás, cuando regían duras cuarentenas por la COVID-19, el cierre de oficinas y locales comerciales en Argentina se ha profundizado en el primer trimestre de 2021, ante la perspectiva de más restricciones en el segundo año de pandemia y la incertidumbre por la situación económica del país.

En las principales áreas comerciales de la ciudad de Buenos Aires, la cantidad de locales vacíos subió un 65,6% al comparar el segundo bimestre de este año con el primero de 2020, antes de que se implementaran las primeras medidas de cuarentena, según la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC).

Y sorprendió el aumento de 26,2% respecto del primer bimestre de este año, cuando ya no regían las duras restricciones a la circulación de los meses anteriores.

OFICINAS VACÍAS

En tanto, el cierre de oficinas clase A (de alta categoría) trepó al 14,9% en el primer trimestre el año, unos 6 puntos por encima del promedio habitual prepandemia, y un 15% respecto del último trimestre de 2020, cuando las restricciones ya se habían aliviado, según la empresa global de servicios inmobiliarios corporativos Cushman & Wakefield (C&W).

«Lo primero es la caída de la actividad y las nuevas restricciones a la circulación y lo segundo es la nueva configuración del consumidor y de las empresas porque hay mucho teletrabajo», dijo a Efe el economista Jefe de la CAC, Matías Wilson, al referirse al crecimiento del comercio electrónico y a la gente moviéndose por lugares no tradicionales.

Muchos locales aguantaron la caída de actividad de 2020 (-5,4%, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) poniendo sus ahorros para no cerrar. Si bien comenzaban a tener más oxígeno hacia el último trimestre del año y principios de 2021, ante el comienzo de la segunda ola se retomaron las nuevas restricciones -como la prohibición de circular entre 20 y 6 horas-, y ya no pudieron luchar más.

«Las restricciones afectan las expectativas, muchos decidieron no seguir adelante», agregó Wilson.

LA ‘CITY’ PORTEÑA

La zona más afectada es el microcentro de Buenos Aires, la ‘city’ porteña, que ha perdido gran parte del flujo de tránsito peatonal de turistas y oficinistas y después de las 6.30 de la tarde queda prácticamente desierta.

En la emblemática calle peatonal Florida, la cantidad de locales vacíos escaló un 369,2% en el segundo bimestre de 2021 respecto a la prepandemia y un 56,4% respecto del primer bimestre, según la CAC.

En tanto, un 25,4% de las oficinas en el microcentro estaban vacías al primer trimestre.

«El microcentro, de los submercados, es el que más está sufriendo, no solo a nivel oficinas comerciales sino a nivel de locales de ‘retail’, porque mucho del basamento comercial del microcentro estaba abastecido por los empleados de las empresas, todo el trajín de la city porteña, el movimiento, los locales gastronómicos», dijo a Efe el broker Senior de C&W, Rafael Valera.

TAMBIÉN SHOPPINGS

A todo eso se suma la desesperación de los comercios de los shoppings, que ya tenían el 26,4% de los locales inactivos a febrero pasado y el Gobierno los obligó a cerrar en la zona metropolitana de Buenos Aires desde el último 9 de abril.

Los comerciantes se encuentran «en medio de la segunda ola, con la incertidumbre propia de la pandemia y de la economía argentina» y no esperan la ayuda estatal que brindó el Gobierno el año pasado, dijo Wilson: «Es un Estado que no tiene los mismos recursos que otros Estados».

A su vez, los consumidores «no saben si van a conservar el salario y el trabajo y se guardan la plata», agregó, para afirmar que se estima que en las ciudades populosas del interior del país se replicó el cierre de locales que sufrió la capital.

ESPACIOS FLEXIBLES

Las empresas pasaron de renegociar alquileres de oficinas -que cayeron 3,2% interanual al tipo de cambio oficial en el primer trimestre- a buscar contraer hasta la mitad de las superficies, mientras sigue el «home office».

Los inquilinos «están reduciendo costos a como dé lugar» y «se cuestionan si vale la pena tener espacio superfluo», dijo Valera, al tiempo que señaló que el crecimiento de las empresas de tecnología evita que el cierre de oficinas sea mayor.

Los propietarios tratan de adaptarse generando una oferta de espacios flexibles dentro de los edificios, «con espacios acotados de uso exclusivo» para conservar al inquilino si necesita achicarse o expandirse, en tanto parte de las nuevas vacancias ha sido tomada por empresas de «coworking» (oficinas compartidas).

Fuente: EFE

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