Este caso llegó hasta la Suprema Corte de Justicia (SCJ)
AZUA, República Dominicana.- Durante la gestión del exalcalde del ayuntamiento principal de Azua, Marcial González, en el período 1998-2002, éste supuestamente se daba a la tarea de apoderarse de terrenos para beneficio propio y de sus allegados.
En el año 2001, González y el Consejo de Regidores de ese entonces emitieron una resolución en la que donó 200 metros de tierra a un empleado suyo y a varios hermanos descendientes de la señora Cristobalina González. Pero, posteriormente apareció la noticia de que la cantidad donada a esas personas durante su gestión se trataba de unos 3,500 metros, incluyendo a los colindantes.
Esta supuesta irregularidad es lo que ha provocado serios problemas a esta familia, ya que según las propias declaraciones de un sobrino, el chofer de Marcial González en esa ocasión, Bienvenido González, principal beneficiario, vendió la parcela por una suma millonaria hasta ahora desconocida, afectando así a varias personas, entre ellas una hermana de González “madre del denunciante”, la que se negó a firmar dicha venta.
Este caso llegó hasta la Suprema Corte de Justicia (SCJ), donde Bienvenido perdió la litis, y ahora, en combinación con Marcial, quien le sirve de abogado, le están enviando mensajes para que abandonen el caso y no haya problemas mayores.
Lo más curioso del caso es que, según testimonio de uno de los integrantes de la familia, el exalcalde ahora se ha constituido en abogado defensor de Bienvenido González, aún a sabiendas de la legalidad de la primera resolución, en la que resultó beneficiada en el fallo de la Suprema, donde quedó claro que ningunas de las personas envueltas son poseedoras de 3,500 metros, sino de 200.
En esta supuesta mafia también salieron perjudicados varios miembros del Sindicato de Volteos y Volquetas, quienes manifestaron que estuvieron de justicia, debido a que Marcial González sostenía que el lugar donde está ubicada su oficina era de su pertenencia, y aunque el tribunal falló a favor del sindicato, el señor González no ha dejado de molestarlos y perseguirlos.
Por: Marcos Lorenzo
