Peter Seidler, el propietario de los Padres de San Diego fallecido el martes, agotó sus últimas fuerzas y parte de su fortuna buscando un campeonato de Serie Mundial que le fue esquivo.
Seidler transformó a los Padres de San Diego en un equipo de gran marcado con una importante inversión. Además, se consideraron un equipo talentoso en el papel que quedó corto en las temporadas recientes.
Seidler gastó cientos de millones de dólares intentando llevar el esquivo título de la Serie Mundial a San Diego, franquicia que nunca ha celebrado tras el último out de octubre/noviembre.
La causa de muerte de Seidler no fue revelada, aunque es conocido que el ejecutivo de 63 años había sobrevivido dos veces al cáncer.
El dinero es una buena palanca para competir en los deportes profesionales, pero nunca garantiza nada y menos en el béisbol, una de las disciplinas menos vaticinables.
Seidler creció cerca del béisbol
Fue miembro de tercera generación de la familia O’Malley, que fue dueña de los Dodgers de Brooklyn/Los Ángeles durante casi medio siglo.
Los Padres anunciaron en septiembre que Seidler se sometió en agosto a un procedimiento médico no revelado y que no volvería a presentarse en el estadio en los días finales de la temporada.
Seidler fue parte del grupo que adquirió a los Padres en el 2012 y adquirió las acciones mayoritarias de Ron Fowler en noviembre 2020. También adquirió la empresa de artículos deportivos Rowlings en asociación con la MLB.
Con Seidler al timón, los Padres incrementaron su nómina hasta llegar a 258 millones de dólares paran el primer día de la temporada 2023.
Una competitiva batalla que llevó a los Padres a la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, entusiasmó a Seidler, quien no ponía caso a preguntas sobre si gastar tanto en jugadores como Manny Machado y Xander Bogaerts sería sostenible a largo plazo y aseguró que quería llevar con desesperación un desfile a una ciudad que nunca había tenido uno.
Los aficionados respondieron bien al establecer una marca de asistencia de la franquicia con 3.232.310 personas en 79 encuentros el Petco Park, incluyendo 59 completamente vendidos.
