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Luis Rojas a dejar huella como coach en Mets de Nueva York

Luis Rojas a dejar huella como coach en Mets de Nueva York

Rojas también trabajará como instructor de los jardineros del equipo

PORT ST. LUCIE, Florida – Durante su adolescencia, Luis Rojas dividió su vida entre dos países. El invierno lo pasaba en casa de su madre en su natal República Dominicana.

Y en el verano, viajaba a Canadá para estar junto a su padre, el entonces piloto de los Expos, Felipe Rojas Alou.

Luis hacía práctica de bateo y atrapada elevados en un parque de Grandes Ligas, codeándose con figuras de la talla del dominicano Pedro Martínez y Larry Walker, además de su hermano mayor, Moisés Alou.

“Haber crecido en ese ambiente fue bien impactante, una gran influencia en mi desarrollo en el béisbol”, afirmó Rojas, a quien los Mets ascendieron este invierno para convertirlo en el primer coach de control de calidad en la historia de la franquicia. “El hecho de haber nacido en un ambiente beisbolero, haberme empapado de este deporte desde que tengo uso de razón realmente me ayudó mucho. Desde el principio, quería seguirles los pasos a mis hermanos. Quería seguirle los pasos a mi familia”.

La familia de Luis no es cualquier familia. Felipe Rojas Alou fue convocado a tres Juegos de Estrellas y dirigió a los Expos y a los Gigantes durante un total de 14 temporadas. Los hermanos de Felipe, Jesús y Mateo, disfrutaron del éxito en Grandes Ligas, como lo hizo su sobrino Moisés Rojas Beltré, mejor conocido como Moisés Alou.

Mientras que Luis Rojas nunca pudo llegar en las Mayores, sabía que en base a la experiencia de su padre quería dirigir un equipo. Inmediatamente después de retirarse como jugador, Rojas asumió varios puestos como coach, incluyendo uno con los Expos de West Palm Beach.

“Él siempre estaba dispuesto a compartir con nosotros su experiencia en una cueva”, recordó Rojas al referirse a Felipe. “Varias de las cosas que pude presenciar y adopté influenciaron mi carrera en el béisbol”.

En los días de Felipe Alou como dirigente, por supuesto, los coaches de control de calidad no existían. Dicho puesto, que cada vez se hace más popular alrededor del béisbol, ha venido a definir un enlace entre el cuerpo de instructores y la gerencia.

La tarea de Rojas consiste en permanecer en el dugout durante los partidos para transmitirle información al piloto Mickey Callaway desde el departamento de análisis de estadísticas avanzadas.

También se encarga de diseminar información y ayudar a los jugadores a digerir previo a los partidos, muy similar a lo que el analista T.J. Barra – quien ya no viaja de manera regular con el equipo – hacía en años recientes.

“Sentimos que la información que se les está transmitiendo a los jugadores puede ser simplificada y entregada de una manera más eficiente”, declaró el gerente general de los Mets, Brodie Van Wagenen, al momento de ascender a Rojas. “Y contar con un instructor extra en nuestro staff que sea capaz de implementar algunas de las estrategias y planes de juego durante el transcurso del mismo es útil y valioso”.

Rojas también trabajará como instructor de los jardineros del equipo, puesto en el cual ya se ha desempeñado en el pasado.

Antes del inicio de los entrenamientos primaverales, Rojas viajó a California para trabajar con Jeff McNeil en su transición a los jardines.

Al igual que varios jóvenes de los Mets, McNeil jugó bajo la tutela de Rojas en cada una de las últimas tres temporadas en las menores, ascendiendo juntos por los diferentes niveles de la organización.

McNeil y otros jugadores describen a Rojas como un coach que promueve las relaciones laborales y acepta críticas constructivas de la misma manera que las ofrece.

El primera base y cotizado prospecto de los Mets, Peter Alonso, recuerda claramente un día en verano pasado en Doble-A Binghamton, cuando el infielder reserva Nick Sergakis conectó un panorámico cuadrangular que cayó sobre un hotel que colinda con la valla del jardín central. Sergakis estaba eufórico. ¿Y Rojas?

“Él brincaba de arriba a abajo y celebraba en grande moviendo los brazos de un lado a otro”, recordó Alonso. “Honestamente, creo que Luis estaba más feliz que Nick”.

“Ese tipo de relación con los jugadores es lo que él nos transmite”, elogió el receptor puertorriqueño Tomás Nido, quien también trabajó bajo la supervisión de Rojas durante las últimas tres campañas. “Es una gran persona”.

Esa es la clase de actitud que será clave para que Rojas siga ascendiendo como instructor. Mientras muchos en la organización ya ven a Rojas, de 37 años de edad, como un futuro manager de Grandes Ligas, Luis es cuidadoso y no dirige su atención hacia ese objetivo.

“Ahora mismo, eso es algo en lo que no estoy pensando mucho”, aclaró Rojas, quien ha dirigido en varias temporadas a los Leones del Escogido en la República Dominicana. “Es difícil ver algo que no está tan cerca. Siempre he pensado de esa manera, que debes de concentrarte en tu trabajo actual y no poner tu mente en algo que quieres lograr en un futuro. Es lo mismo ahora. En este momento, estoy enfocado en ayudar al equipo”.

Fuente: Las Mayores

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