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Soterio Ramírez, inmortal del deporte dominicano

Santo Domingo, RD.- Soterio Ramírez, uno de los más efectivos reboteros del baloncesto dominicano de todos los tiempos, ha sido elegido por el Pabellón de la Fama como inmortal del deporte, como un nuevo miembro en la clase del 2020.

Ramírez ve concretizado un sueño que anheló por años y que cristalizará el próximo domingo 15 de noviembre cuando sea exaltado a la inmortalidad como un grande del deporte dominicano.

Su elección estuvo a cargo de los miembros de las diversas asociaciones de cronistas deportivos a nivel nacional, que cada año tienen la facultad de seleccionar a dos deportistas.

El presidente del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, doctor Dionisio Guzmán, dijo que Ramírez recibió el visto bueno de mayor parte de los cronistas que tuvieron a bien emitir su voto. Destacó que fue elegido con el 85 por ciento de los votos emitidos.

Ramírez es el quinto elegido de un total de diez deportistas que ingresarán este año al templo de la inmortalidad. Previamente han sido escogidos el expelotero Mendy López, el también basquetbolista Víctor Chacón y los propulsores Rolando Miranda y José León Asencio, un mecenas entre los empresarios que más soporte han ofrecido al deporte nacional.

Trayectoria deportiva.-

Soterio nació el 22 de abril de 1967 en el municipio de Villa Altagracia, provincia San Cristóbal, del matrimonio de Severiano Ramírez y Enoema Martínez.

Lidera a una familia de deportistas que han descollado al más alto nivel competitivo, como sus sobrinos Jack Michael Martínez, otro recio rebotero que aguarda por un lugar en el nicho de los inmortales, y de las voleibolistas Brayelin y Jineiry Martínez, dos columnas vertebrales de la selección nacional de mayores.

Jugó activamente por 14 en el básquet distrital y permaneció nueve años con la selección nacional, desempeñándose en la posición de delantero de poder y centro, entre 1990 y 1999.

Su mayor logro vistiendo la camiseta tricolor fue cuando ganó la medalla de oro, con él como espina dorsal de la selección, en los Juegos Deportivos, Centroamericanos y del Caribe de 1998, disputados en Maracaibo, Venezuela. Miguel Cruceta fue el entrenador de esa selección.

Ramírez, a pesar de sus 6’8 de estatura, fue un inteligente jugador que sabía ganar muy bien la posición en la zona de la pintura, lo que le permitió ser un magnífico rebotero en los campeonatos nacionales y con la selección nacional.

Representó a República Dominicana en dos versiones de los Juegos Centroamericanos y del Caribe (México ’90 y Maracaibo ’98); en tres Centrobasket y en tres Preolímpicos de Argentina ’95, Uruguay ’97 y Puerto Rico ’99).

Como miembro de la selección dominicana obtuvo una medalla de oro en los Juegos Centroamericanos de Maracaibo, Venezuela; una de plata en el Centro Básquet ’95, en Santo Domingo; y dos bronces en Honduras ’97 y La Habana, Cuba, en 1999.

Además, exhibió su talento en condición de refuerzo en Chile (Yanquilui), Venezuela (Cocodrilos de Caracas y Toros de Aragua), Puerto Rico (Aguas Buenas y Yauco), Brasil (Vadezqui Bluemeno), Portugal (Atléticos de Quelug) y España (Balneario de Archena).

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