El furioso gesto del portugués porque un compañero le quitó un gol es la antítesis a la actitud del crack argentino, quien cedió una definición a Suárez.
El diario AS juntó el enojo de CR7 y su violento remate a la red, con la otro cada de la moneda, un Messi que alzó las manos para que su colega convierta con tranquilidad.