La FIFA condenó el viernes de forma «enérgica» las manifestaciones de violencia en el Superclásico entre Boca y River, por la revancha de los octavos de final de la Copa Libertadores, que generaron la suspensión del partido por agresiones a los jugadores del club de Núñez.
A su vez, resaltó la importancia de la acción de las asociaciones nacional de la FIFA para que tomen «medidas pertinentes» para evitar los hechos de violencia en las canchas de fútbol. La referencia fue hacia la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y AFA.
«El incidente puntual ocurrió en el contexto de una competición de la CONMEBOL, por lo que corresponde a la misma evaluar las medidas del caso en conjunto con la respectiva asociación nacional, en este caso la Asociación del Fútbol Argentino», apuntó el portavoz de FIFA.
Boca Juniors y River Plate empataban sin goles y antes del inicio del segundo tiempo los futbolistas del equipo de Núñez, que en la ida ganaron 1-0, sufrieron agresiones con quemaduras de primer grado e inflamación en los ojos en los volantes Leonardo Ponzio y Matías Kranevitter y los defensores Ramiro Funes Mori y Leonel Vangioni como consecuencia de una sustancia química.
