La aerolínea VivaColombia negó el jueves que el avión de esa compañía que aterrizó en el aeropuerto José María Córdova de Rionegro minutos antes del accidente del aparato que trasladaba la delegación del club brasileño Chapecoense se hubiese declarado en emergencia, como habían señalado las primeras hipótesis sobre la tragedia de LAMIA.
La empresa indicó que el capitán del vuelo FC8170, que cubría la ruta entre San Andrés y Bogotá, «no se declaró en emergencia», el avión «no presentó fuga, escape o derramamiento de combustible» y «alternó al aeropuerto de Rionegro como medida preventiva, siguiendo los protocolos de seguridad».
El avión en el que viajaba el Chapecoense con destino a Medellín cayó a tierra la noche del lunes, cuando se encontraba en las cercanías del aeropuerto, poco después de pedir un aterrizaje prioritario, lo que causó la muerte de 71 personas entre jugadores, directivos, periodistas y miembros de la tripulación.
Minutos antes, la torre de control había dirigido el aterrizaje del avión de VivaColombia «dentro de una operación normal».
La aerolínea indicó que su aparato «volaba con el combustible necesario» y que durante el vuelo, el capitán «evidenció una notificación en cabina que consistió en una indicación en el nivel de combustible en uno de sus tanques», agregó la información.
Según explicaron, ésa es «una situación contemplada, tanto en el manual del fabricante del avión como en el de la aerolínea, por lo que le da elementos al comandante de la aeronave para tomar decisiones en el contexto de una operación segura».
A las 21:51 hora local (2:51 del martes GMT) el avión aterrizó «satisfactoriamente» en el aeropuerto de Rionegro «siguiendo las indicaciones de la torre de control dentro de una operación normal». Tras ser inspeccionado retomó la ruta.
Por todo ello, indicaron que «no existió incidente o eventualidad alguna» en el avión y que «las afirmaciones de fuga, escape o derramamiento de combustible o aceite en la aeronave y en la pista de aterrizaje son incorrectas».
Según las primera investigaciones, el vuelo de Lamia; con 77 personas a bordo, seis de las cuales sobrevivieron, volaba con el combustible justo para la ruta entre Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y Medellín que cubría, pero no le alcanzó para llegar al José María Córdova.
VivaColombia subrayó que su avión «contaba con el combustible necesario para ir a San Andrés, ir al aeropuerto alterno más lejano y sobrevolar 45 minutos, en caso de ser necesario».
