El gerente general de los Rockets, Daryl Morey, no ha ocultado su objetivo de cortar la racha triunfal de los Warriors
El escolta estrella de los Rockets de Houston, James Harden, está convencido que su equipo esta vez será el ganador en la eliminatoria de semifinales de la Conferencia Oeste que mañana, domingo, comienzan contra los Warriors de Golden State, su verdugo, en tres de las últimas cuatro temporadas.
“Somos un grupo que estamos llenos de confianza en todo lo que hacemos como equipo”, declaró Harden antes del entrenamiento que los Rockets realizaron este sábado en el Oracle Arena de Oakland, previo al partido del domingo, que será el primero de la serie que disputen al mejor de siete. “Tenemos más capacidad de juego”.
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Harden dijo que además tenían la motivación extra de una nueva oportunidad de enfrentarse a los actuales bicampeones de la liga, que era todo un “reto” para el que estaban preparados.
El año pasado, los Rockets forzaron un séptimo partido en la serie de la final de la Conferencia Oeste, que fueron ganando con parcial de 3-2 hasta que se lesionó el base Chris Paul y ahí cambió la historia con remontada de los Warriors.
“Claro que nos sentimos bien al enfrentarnos con los Warriors en los playoffs una vez más aunque no hayamos tenido éxito en los anteriores duelos”, valoró Harden. “Dispusimos de una gran cantidad de oportunidades para hacer que la victoria final cayese de nuestro lado, ahora nos encontramos con otra más”.
El gerente general de los Rockets, Daryl Morey, no ha ocultado su objetivo de cortar la racha triunfal de los Warriors e impedir que puedan ser la nueva dinastía de la NBA y para eso deben ser ellos los que consigan el título de campeones.
El entrenador de los Warriors, Steve Kerr, declaró que ese “enfoque” e interés de los Rockets era un “halago” para su equipo.
“Admiro lo que Houston ha hecho en los últimos dos años: construir una nueva plantilla, estilo y competir con nosotros”, declaró Kerr, cuyo equipo perdió tres de cuatro partidos de temporada regular con los Rockets. “Obviamente, la serie del año pasado fue épica y una gran competencia, así que tengo un gran respeto por lo que han hecho. Son implacables. Nos continúan atacando, así que tenemos que estar listos”.
La temporada pasada, los Rockets, como primer cabeza de serie en el Oeste con marca de 65-17, la mejor de la NBA, tomaron una ventaja de 3-2 en la serie, pero la pérdida de Paul, sufrió un tirón muscular en la corva de la pierna derecha en el último minuto del quinto partido, cambió la historia de la eliminatoria.
Los Warriors vinieron de atrás con desventaja de más de cinco puntos en cada uno de los dos últimos dos partidos para al final conseguir sendas victorias que los pusieron en las Finales y ganaron a los Cavaliers de Cleveland, su tercer título de la NBA en cuatro temporadas.
Paul dijo que tenía muy poco interés en volver a ser protagonista de la decepción de verse obligado seguir las acciones desde el banquillo cuando terminaba la temporada de los Rockets.
El base estrella de los Rockets se burló de la sugerencia de que tuviera la oportunidad de ocuparse de los asuntos pendientes de la pasada temporada como una historia de esta serie.
“Hombre, estoy listo para disputar el Primer Partido”, declaró Paul. “¿Sabes a lo que me refiero?. Lo siento, no soy tan dramático sobre cosas como esa. Lo único importante es que estamos mentalizados y centrados en el Primer Partido”.
Paul reiteró que lo único que tenían que hacer era salir al campo y hacer el mejor juego de equipo y al final los resultados llegaría, sin tener ningún otro tipo de presión.
“Sabemos lo que podemos conseguir en el campo y ese será nuestro objetivo, dar el mayor rendimiento ante un rival, que actualmente tiene la mejor marca de la Conferencia Oeste y es el bicampeón defensor”, agregó Paul.
Fuente: EFE
