Este pasado lunes 23 de enero, el futbolista Dani Alves fue trasladado de prisión en Barcelona. El brasileño ahora está detenido en Brians 2, lugar donde gozará de una celda y ducha para si solo. Esto, mientras espera la celebración de un juicio por su presunta agresión sexual a una joven de 23 años en una discoteca en Barcelona.
El objetivo del lugar es evitar cualquier tipo de filtración de imagen del propio Alves dentro de la prisión. A la par, con este cambio se garantiza la seguridad y la normal conviencia en un módulo residencial.
Sin embargo, esta cárcel no terminaría siendo tan mala como se pensaba. Uno de los jugadores con más trofeos dentro del balompié está en el módulo 13, lugar donde saben albergar a la mayoría de investigados y condenados por delitos contra la libertad sexual.
Al menos en los primeros días, Alves compartirá celda con otro recluso que ejercerá el papel de lo que en la jerga penitenciaria se conoce como “preso de confianza” cuya misión es ayudar a superar la sensación de angustia.
Las celdas cuentan con cama individual o litera (dependiendo si es para uno o dos reclusos) además de un lavamanos, un espacio de lectura y una gran iluminación.
Brians 2 está compuesto de 14 módulos de 72 celdas (capacidad para 2 mil presos). Cada módulo posee un comedor, patio, gimnasio, peluquería, aulas de educación, talleres de formación ocupacional y consultorio médico.
Además, posee un patio comunitario, una pista polideportiva cubierta, tres pistas de mini frontón, gimnasio cubierto, alberca, biblioteca y terrazas para actividades libres.
