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Octubre coronó 2016 como el «Año del Relevista» en Grandes Ligas

Octubre coronó 2016 como el "Año del Relevista" en Grandes Ligas
Octubre coronó 2016 como el "Año del Relevista" en Grandes Ligas

El zurdo Andrew Miller emergió del portón del bullpen ubicado en la valla del jardín central en el Progressive Field. El timonel de los Indios Terry Francona había insinuado que sería agresivo al utilizar a su mejor arma en la postemporada, pero apenas era la quinta entrada en el primer juego de Cleveland en los playoffs. Si el 2016 fue el Año del Relevista, como se le ha venido catalogando, octubre fue seguramente la mejor vitrina.

Dos días antes del trote de Miller hacia la loma para enfrentar a los Medias Rojas en el Juego 1 de la Serie Divisional de la Liga Americana, el mundo del béisbol vio cómo el manager Buck Showalter se quedó esperando por una situación de salvamento para llamar al zurdo Zach Britton. El cotizado cerrador observó, junto a la multitud en el Rogers Centre, cómo los Azulejos le ponían fin a la temporada de Baltimore con una victoria en extrainnings en el Juego por el Comodín de la L.A. La decisión de Showalter se vio tradicional en el comienzo de una de las postemporadas menos tradicionales en la historia reciente.

«Nadie jamás ha dicho que tienes que ser convencional para ganar», dijo Francona durante los playoffs.

Cuando llegue el 2017, los relevistas de Grandes Ligas tendrán un acto difícil de emular. En el 2016, Britton registró el promedio de efectividad más bajo (0.54) para un relevista del que se tenga récord, convirtió todas sus 47 oportunidades de salvamento y terminó con un 80% de roletazos provocados. Miller se convirtió en el primer pitcher en recetar más de 120 ponches y otorgar menos de 10 bases por bolas, y luego se convirtió en un monstruo de dos o más entradas en los playoffs. El lanzallamas cubano Aroldis Chapman superó las 100 millas por hora en 538 pitcheos, obligando a MLB.com a crear una pizarra con el «Filtro Chapman» dentro de su página de Statcast™ para exhibir los lanzamientos más rápidos del año.

El dominio de esos tres brazos – dos de los cuales (Miller y Chapman) fueron partes de mega canjes durante el verano – opacaron grandes temporadas por parte de otros lanzadores del bullpen. El dominicano Dellin Betances encabezó a los relevistas con 15.5 ponches por cada nueve innings. El curazoleño Kenley Jansen lideró a todos los brazos del bullpen con un fWAR de 3.2. Mark Melancon logró 47 rescates (al igual que Britton y Jansen) y terminó con un diminuto 1.64 de efectividad.

Y esos son sólo los pesos pesados.

«Definitivamente son como artículos de lujo», dijo el capataz de los Cachorros Joe Maddon, refiriéndose a los relevistas de élite en el béisbol durante la Serie Mundial. «Podemos compararlos con un auto deportivo de lujo, un yate. Son el avión más lujoso en el aire. Son diferentes. Son buenísimos».

Y ahora están recibiendo contratos que van acordes con su verdadero valor.

¿Recuerdan lo lucrativo que lució aquel pacto de cuatro años y US$36 millones que Miller firmó con los Yankees en diciembre del 2014? Cleveland parece ahora tener una ganga en sus manos, aun después de haber cedido a cuatro prospectos — incluyendo Clint Frazier, el recién clasificado mejor prospecto de los Yankees, según MLBPipeline.com – para adquirir al zurdo en julio.

Los Gigantes le otorgaron a Melancon un contrato por cinco temporadas con un valor de US$62 millones este invierno. En su momento se trató del pacto más lucrativo para un relevista en la historia, hasta que Chapman regresó a Nueva York. El taponero cubano recién firmo un pacto por US$86 millones con los Yankees, quienes lo habían enviado a los Cachorros en julio a cambio de cuatro prospectos, entre ellos el cotizado campocorto venezolano Gleyber Torres. Jansen, mientras tanto, habría firmado un contrato por US$80 millones para quedarse con los Dodgers.

Los cerradores se están llevando los grandes contratos, pero incluso los brazos del sexto, séptimo y octavo innings también están consiguiendo pactos lucrativos.

«El mercado está cambiando», dijo el relevista de los Orioles, Darren O’Day. «Parece que los equipos buenos se enfocan cada vez más en el bullpen. En lo personal, me parece maravilloso. Creo que es algo que empezó hace como tres años. Es bueno para los peloteros. Es bueno para los muchachos, los grandes cerradores, y de ahí baja hasta los preparadores y los relevistas del sexto o séptimo. Es grandioso. Tipos que tradicionalmente eran considerados como un brazo más ahora están recibiendo lo que merecen».

Los números demuestran que los relevistas están trabajando más innings que nunca, además. En el 2016, los brazos del bullpen tiraron 15.893 innings y dos tercios, un récord para Las Mayores.

Esta también es la época de los especialistas del bullpen. En el 2015, hubo 12,136 presentaciones de relevistas que no lanzaron más de un inning, otro récord. En el 2016 ese número fue casi exactamente el mismo, 12,124. Esas son las únicas temporadas en las que ese tipo de trabajos ha superado los 12,000.

La del 2006 fue la primera temporada en la que los relevos acumularon 10,000 trabajos de uno o menos actos. En el 2010 hubo 11.000 de esos casos. El récord fue roto luego en 2011, 2012 y 2014. Y a medida que ha aumentado la especialización, también ha aumentado la velocidad. Desde el año 2008, la velocidad promedio de la recta de los relevistas ha subido de 91.4 millas por hora a 93.

Quizás el Año del Relevista no cambie el béisbol, pero sin duda fueron siete meses muy divertidos para los aficionados. Y sin dudas será algo que habrá que monitorear en el 2017.

«Pienso que nos estamos dirigiendo en esa dirección, donde probablemente habrá un poco más de flexibilidad», dijo Miller. «Los playoffs son diferentes, eso es todo. Pienso que tienes un poco más de flexibilidad y creatividad».

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