CHICAGO.- Los 41,166 espectadores en el Wrigley Field no eran los únicos que estaban ansiosos por ver a cuántas millas por hora tiraría el cubano Aroldis Chapman en su debut con los Cachorros. Sus compañeros y el dirigente Joe Maddon también estaban un poco curiosos.
Chapman no defraudó, ponchando a dos de los tres bateadores que enfrentó en el noveno episodio para sellar la victoria de los Cachorros el miércoles sobre los Medias Blancas. Aunque no fue una situación de rescate, todos los aficionados en los asientos al nivel del terreno estuvieron de pie apenas el zurdo entró al terreno.
«No me impresionó para nada», dijo el abridor de los Cachorros, Jason Hammel, sarcásticamente. «Pensé que adquirimos al que lanzaba 105 millas por hora. Sólo alcanzó las 103». Después Hammel no pudo ocultar su sonrisa.
Chapman estaba contento con su presentación.
«La adrenalina fue bastante buena aunque no era una oportunidad de salvado», declaró el cerrojero. «Fue divertido ver la ovación de los fanáticos».
La presencia de Chapman en el bullpen de Chicago definitivamente cambia el panorama.
Maddon empleó a Héctor Rondón, quien fungía como cerrador antes de la llegada de Chapman, en el octavo episodio y el venezolano necesitó siete lanzamientos para conseguir los tres outs.
«Es otra clase de pitcher», explicó Maddon acerca de Chapman. «Esto se ve casi cada 100 años. Todos hablan sobre la recta, pero su slider es devastador. Mantuvo la calma en el momento y pudo superar todo lo que ha pasado en los últimos días»
