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Protestas en Irán destrozan la imagen de un país unido

Las protestas se transformaron rápidamente en agitación contra el régimen con llamados al ‘líder supremo’

La indignación se transmitió en primer lugar en los foros de las redes sociales, antes de extenderse caóticamente a las calles con las protestas masivas del sábado que tomaron desprevenidas a las autoridades iraníes y exponen cuántos iraníes mantienen en desdén al asediado régimen del país.

Después de tres días de negaciones públicas, la confesión del ejército iraní el sábado de que estaba detrás del derribo de un avión ucraniano la semana pasada provocó furia y demandas para que el líder supremo del país, el ayatolá Ali Khamenei, renunciara.

La admisión tardía, después de días de negativas, del derribo involuntario del avión de pasajeros, y la promesa de Khamenei de que los culpables serán castigados, parece no haber frenado una ola de ira que rompió los estrechos límites de las críticas permitidas por las autoridades iraníes. Las protestas del sábado se producen semanas después de que Irán enfrentara los disturbios más sangrientos del país desde la revolución islámica de 1979. Se cree que decenas fueron asesinados.

Los videos publicados en las redes sociales mostraban a cientos de jóvenes principalmente reunidos para protestar en varias universidades de la capital iraní. Habían venido aparentemente para honrar a los 176 que murieron cuando militares iraníes derribaron el avión, aparentemente por error, al confundirlo con un misil estadounidense.

Sin embargo, las protestas se transformaron rápidamente en agitación contra el régimen con llamados al ‘líder supremo’ de Irán para que renunciara en medio de cánticos: «Khamenei ha terminado». Aún más sorprendente fue la extracción de fotografías de Qassem Soleimani, el principal general iraní asesinado por Estados Unidos en un ataque con dron. «Soleimani es un asesino, su líder un traidor», cantaban algunos en Teherán.

Las protestas del sábado, que no se limitaron a la capital iraní, se extendieron a las principales ciudades como Shiraz, Isfahan, Hamedan y Orumiyeh, destrozaron la imagen cuidadosamente elaborada que las autoridades iraníes han presentado al mundo de una nación unida por el dolor y la ira por el asesinato de Soleimani, el principal general del país y el reputado estratega detrás de las «guerras sucias» de Irán en la región, dicen analistas.

Considerado como el hombre más poderoso en Irán después de Khamenei, su funeral la semana pasada en su ciudad natal de Kerman contó con la presencia de cientos de miles de dolientes; en el enamoramiento murieron 56 personas. El dolor expresado por muchos iraníes por el general fue genuino, según los expertos regionales».

Tal es la cultura de reverencia a los «mártires» en Irán, que se remonta al cisma sunita-chiíta en el siglo VII, y la hostilidad latente hacia Estados Unidos que, al morir, el comandante siempre sería elevado al estatus de héroe nacional»,dijo el exdiplomático británico Peter Westmacott.

Pero el exenviado agregó, en un comentario para el periódico británico Sunday Times, que Soleimani también era una figura controvertida en Irán y que había estado «atrayendo cada vez más críticas en casa».

La desaprobación de Soleimani entre iraníes reformistas se difundió públicamente el sábado, cuando los manifestantes antigubernamentales corearon que Estados Unidos no es «nuestro enemigo». Los manifestantes evitaron cuidadosamente caminar sobre banderas estadounidenses e israelíes pintadas en la calle frente a una universidad. Los estudiantes fuera de la Universidad Shahid Beheshti abuchearon a los guardias revolucionarios mientras pisoteaban las banderas pintadas y gritaban: «La culpa es tuya».

Nuestro enemigo está aquí, mienten diciendo que es Estados Unidos”, gritó otro.

El derribo del avión de pasajeros se anuncia como el momento de Chernobyl de Irán, el desastre de 1986 en la Ucrania soviética que expuso toda la incompetencia, el engaño estatal y la podredumbre en ese régimen», según Iran Wire, un sitio de noticias de oposición para periodistas ciudadanos iraníes.

Dice: «Existe una sensación generalizada de que el gobierno de Irán solo se vio obligado a admitir su responsabilidad bajo la presión de gobiernos como Canadá, que perdió a más de 60 de sus ciudadanos en el accidente, la mayoría de ellos ciudadanos de origen iraní».

Los analistas occidentales dicen que la comparación con el desastre de Chernobyl, que se cree aceleró el colapso de la Unión Soviética, va demasiado lejos.

Aún así, los analistas dicen que las autoridades iraníes enfrentan posiblemente su mayor crisis desde la revolución islámica de 1979. Los observadores notan la velocidad con la que los altos líderes clericales, políticos y militares parecían estar luchando para contener las consecuencias de lo que el presidente Hassan Rouhani calificó el sábado como un «error desastroso».

Un día antes, uno de los principales asesores de Rouhani calificó las evaluaciones de la inteligencia occidental de que Irán había derribado el avión «guerra psicológica». Hessameddin Ashna, tuiteó: «Se da una advertencia a los ciudadanos iraníes que trabajan en los medios de comunicación persas sobre la participación en la guerra psicológicarelacionado con el avión ucraniano». Ashna dijo que las afirmaciones de que Irán estaba detrás del derribo del avión fue solo un «contraataque mediático por parte de Estados Unidos».

Cabe destacar que las críticas al gobierno no se limitan a los grupos y medios de oposición. El moderado periódico iraní Etemad escribió el domingo en un titular de pancarta: «Discúlpese y renuncie». Dijo que la «demanda popular» era que todos los responsables de manejar mal la crisis del avión deberían renunciar.

Eso pareció ser una respuesta directa al ayatolá Jamenei, quien expresó «profunda simpatía» a los que murieron en el derribo del avión, pero no se disculpó, dejando eso a otros altos funcionarios.

A pesar de la línea dura tomada el sábado por la policía, el domingo se produjeron más manifestaciones antigubernamentales. En la ciudad de Sanandaj, según un video publicado en línea, las fuerzas de seguridad golpearon a las manifestantes. En Teherán, un manifestante tuiteó que las fuerzas de seguridad habían bloqueado las carreteras para tratar de «impedirnos protestar».

Ella agregó: «Hemos logrado sortearlos. Ahora hay sonidos de disparos «.

Fuente: VOA

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