Charles Michel apostó este viernes por una UE con más peso en el mundo
El relevo en la presidencia del Consejo Europeo, del polaco Donald Tusk al belga Charles Michel, y la última rueda de prensa del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, marcaron este viernes el cierre de una etapa en las instituciones europeas y el inicio de un nuevo ciclo.
«Dejo la dirección de la Comisión Europea con algunos elementos de satisfacción y algunos lamentos», dijo Juncker, quien confesó sentirse «contento» de marcharse, después de haber llevado a cabo una tarea que «no es de las más fáciles».
El aún presidente de la Comisión no desveló sus planes para el futuro y tuvo un único mensaje para su sucesora, la alemana Ursula Von der Leyen: que «cuide de la Unión Europea».
Juncker no habló hoy de política, sino de sus vivencias, y contó alguna anécdota como presidente de la Comisión Europea.
No obstante, si reconoció su «gran preocupación» por las violaciones del Estado de Derecho en la UE y añadió que «las cosas están empezando a ser graves».
El luxemburgués, que solo dijo sobre su vida futura que será «en algún lugar», agradeció a la prensa el esfuerzo hecho para hacer comprender la Unión a los ciudadanos y por el «respeto» mostrado.
Por su parte, el belga Charles Michel, el nuevo presidente del Consejo Europeo, apostó este viernes por una UE con más peso en el mundo y consideró un «privilegio» asumir su cargo, según dijo en el acto en el que tomó el relevo de su predecesor, el polaco Donald Tusk.
«La utilizaré de manera inteligente y con fuerza si fuera necesario», dijo Michel cuando recibió de Tusk la campanilla que el presidente del Consejo utiliza durante las cumbres europeas.
Fuente: EFE