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Hombre decapita a su esposa, mata a la hija y se ahorca en NY

La mujer era una activista destacada que trabajaba en el área de la ayuda internacional

NUEVA YORK._ Un ex empleado del Departamento de Informática de la Universidad de Columbia, identificado como el keniano Yonathan Tedla, de 46 años de edad, decapitó a su esposa caucásica, la activista internacional Jennifer Schlecht, de 42, degolló a su hija Abaynesh Schlecht Tedla de 5 y luego se ahorcó en la habitación de la menor del apartamento donde vivía la familia en la calle 121 en Harlem, el miércoles en la noche.

Versiones de familiares y relacionados, sostienen que Tedla, intentaba detener el divorcio que le había interpuesto la mujer, y ayer jueves tenían una cita en la corte para comenzar a ventilar la separación legal.

Ambos, se conocieron en la referida universidad cuando él trabajaba en el Departamento de Informática y ella estudiaba un post grado.

Jennifer, era una activista destacada que trabajaba en el área de la ayuda internacional y el desarrollo, y como parte de su trajín estuvo en Kenia y Tanzania en África del Sur, participando en programas de ayuda a los pobres.

La policía dijo que la mujer decidió terminar la relación matrimonial y en 2016 interpuso una orden de protección (alejamiento) para mantenerse lejos del hombre.

Antes de que llegara el jueves para la cita en el tribunal, Tedla, decidió el miércoles en la noche acabar con ella, la hija y él.

Un cuñado de Jennifer llamó a la policía minutos después de las 9:00 de la noche preocupado porque no se comunicaba con Jennifer.

Los policías que llegaron a la escena, encontraron a la niña y a su madre muertas en el baño y el cadáver del hombre en la habitación de la menor.

Vecinos dijeron que la pareja llevaba alrededor de siete años viviendo en Harlem y que no aparentaban tener problemas.

Los residentes del edificio y alrededores realizaron una vigilia la noche de ayer jueves para recordar a la madre y la niña.

Parientes y allegados a la familia del keniano, dijeron creer que él enloqueció por los celos.

 

Por: Miguel Cruz Tejada

Más contenido por Redacción CDN

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