SANTO DOMINGO, RD.– Es una tradición para las familias dominicanas festejar el día de sus progenitoras, con muestras de afecto, entrega de regalos y almuerzos.
Con gran alegría, Luisa Abreu, nos contó que tenía 3 años sin visitar el país, debido a que reside en Estados Unidos, y estaba ansiosa por volver a ver el rostro de su madre de 97 años y de sus 6 hijos, a quienes describe como personas ejemplares.
Muchos dominicanos entienden que no se debe esperar un día específico para agradecer el amor y la entrega incondicional que les ha brindado durante años, el ser que les dio la vida.
Otras amas del hogar tienen como costumbre visitar las iglesias para dar gracias a Dios, por sus seres queridos.
No hay nada como el amor de una madre, quienes todavía disfrutan de su compañía, deben aprender a valorar el cariño que ofrecen.
Por: Jacmi Minaya