La Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), condenó este lunes «las violaciones sistemáticas, generalizadas y flagrantes a los derechos humanos cometidas desde hace largo tiempo» por el régimen de Corea del Norte, mientras Pyongyang afirmó que el Consejo de Seguridad carece de legitimidad para tratar el tema.
La resolución, adoptada por consenso sin ser sometida a votación y sin valor vinculante, saluda los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la crisis en la península coreana.
No obstante, destaca que los miembros de la ONU «están profundamente preocupados por la grave situación de los derechos humanos» en Corea del Norte.
«Más de 10 millones de personas estarían subalimentadas en el país», indica el texto, que también denuncia el recurso «a la tortura», a las «violaciones» y a las «ejecuciones públicas» contra personas detenidas y las «condiciones inhumanas» que padecerían.
Critica finalmente «la existencia de un extendido sistema de campos de prisioneros políticos».
La misión norcoreana ante la ONU fustigó a su vez, en un comunicado, la pretensión de Estados Unidos de organizar una reunión del Consejo de Seguridad sobre la situación de los derechos humanos en el país asiático.
