SANTO DOMINGO, RD.- El cáncer en todos sus tipos es una experiencia traumática para cierta cantidad de mujeres que sufren la enfermedad, no obstante, luchar contra esta y también sobrepasarla representa un antes y un después en sus vidas, como son los casos de Isabel Peña y María Dilia Aponte.
Emprendedora, trabajadora y dedicada a los medios de comunicación es como se define la joven Ysabel Peña, quien para diciembre del año 2014 sintió los primeros síntomas de cáncer de mama.
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Y así lo hizo, acudió al doctor para realizarse las evaluaciones de lugar y lo que descubrió la dejó totalmente impactada.
La fortaleza expresada por esta periodista al conocer la noticia le permitió combatir de forma eficaz la enfermedad. Comenta que empezó a recibir los tratamientos en medio de fiestas y celebraciones.
Pero, el punto de quiebre llegó, junto con el tratamiento de quimioterapia empezó a caérsele el pelo, situación que momentáneamente alejó la fuerza y sonrisa en el rostro de Ysabel.
Esta madre de dos adolescentes, asegura que recibió 30 radioterapias durante un año y medio, siempre firme y sin dejarse vencer, batalla que entiende llevó a cabo por sus hijos.
Sin embargo, luego de dos años recuperada, en diciembre 2017 comienza a sentir un pequeño dolor en su pecho, diagnosticado como un dolor muscular.
Al conocer que muchos de los servidores hospitalarios en República Dominicana se ven saturados con los casos que atienden, nueva vez la joven insiste en someterse a chequeos médicos más avanzado.
Y es que agarradas de la fe, apoyo familiar y siguiendo de forma estricta su tratamiento, muchas mujeres son las que logran sobrepasar la enfermedad, como Dilia María Aponte, quien sobrepasa los 40 años de edad y fue diagnosticada con cáncer de mama en agosto del año 2008.
Aponte, residente en Sabana Grande de Boyá, provincia Monte Plata, fue una de las pocas mujeres que logró detectar este tipo de cáncer a tiempo, por lo que dos meses luego del diagnóstico, para el 7 de octubre 2008, fue intervenida quirúrgicamente para realizarle una mastectomía, operación de la cual salió con éxito.
Desde ahí iniciaron sus tratamientos, llegando a recibir quimioterapia.
Un antes y un después representó en la vida de María Dilia la presencia del cáncer de mama, y lograr sobrevivir a ello la impulsa a que cada día se entregue más en apoyo a la sociedad.
El llamado que realizan estas mujeres es a mantener la fe, no desfallecer ni deprimirse, así como tomar las medidas de prevención y detección temprana de este mal, ya que el 95% de quienes padecen cáncer de mama pueden ser curadas.
Por: Dahia Sena
