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Llego el gran día de la firma de prospectos internacionales

RD encabeza lista de los 30 mejores prospectos internacionales del béisbol

Acuña se ha convertido en uno de los jugadores más electrizantes

La búsqueda del próximo gran prospecto internacional — que se realiza desde este lunes, 2 de julio — lleva a los cazatalentos a todos los rincones de los países beisboleros de Latinoamérica, desde las autopistas de ciudades como Santo Domingo, en la República Dominicana, hasta las carreteras polvorientas de pequeños pueblos como La Sabana, en las costas de Venezuela.

En ese periplo también pasan por lugares como México, América Central y todo el Caribe. Allí, observan a prospectos en pruebas abiertas, los ven en sesiones privadas y, si los scouts tienen suerte, quizás podrán observar a algunos de esos adolescentes enfrentarse a los mejores prospectos de la zona en juegos de verdad.

  • Los mejores 30 prospectos internacionales

Aunque cada equipo tiene sus propios métodos y estrategias, seguir los pasos de prospectos de 15 años y proyectar cómo lucirán en las Grandes Ligas dentro de varios años es una ciencia inexacta.

El venezolano Ronald Acuña, patrullero de los Bravos y mejor prospecto del béisbol, medía 5 pies y 10 pulgadas con 160 libras cuando se hizo elegible para firmar. Era un muchacho con habilidades atléticas y venía de una familia de peloteros, pero había dudas sobre su futuro, y esas interrogantes hicieron que 29 equipos evitasen firmarlo cuando se hizo disponible el 2 de julio del 2014.

Acuña se ha convertido en uno de los jugadores más electrizantes del juego y va camino a ser el mejor pelotero de una familia llena de Grandes Ligas. Es imposible saber hasta dónde llegará Acuña, pero lo que ya es una certeza es que ha logrado que muchos directores de departamentos de cazatalentos de equipos de Grandes Ligas que no lo firmaron se den golpes de pecho cada vez que entra el terreno.

«Yo lo tenía en el plato, listo para firmar, pero empecé a ponerme muy detallista», dijo un directivo de la Liga Nacional. «Era alguien con habilidades físicas y tenía las herramientas, pero me parecía que su swing era muy largo. Cometí un error, pero así funciona este negocio. Le das un par de vistazos a un niño y tienes que tomar una decisión. Pero he aprendido de esa experiencia».

El tamaño de Acuña desanimó a algunos scouts, pero hay numerosas razones por las cuales tantos equipos han podido no fijarse en él. Quizás no tiró, bateó o corrió bien durante una prueba con un equipo porque estaba cansado o simplemente tuvo un mal día. Quizás un cazatalentos asignado a Venezuela no insistió lo suficiente para que lo firmaran, o no lució bien en los juegos.

Por otra parte, las dudas se multiplican cuando se trata de invertir miles -y en ocasiones millones- de dólares en muchachos de 16 años. Entonces, no es raro que quienes toman las decisiones tengan dudas, especialmente cuando un equipo tiene una cantidad de dinero limitada para gastar en el mercado internacional, y particularmente si el jugador no es de ésos que impresionan con sólo verlo.

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Acuña era un prospecto decente, pero no impresionó a nadie de manera abrumadora. Su bono por firmar de US$100,000 fue la oferta más grande que recibió y casi el doble de lo que querían pagar los Reales, que terminaron segundos. Los D-backs también mostraron algo de interés. Pero muchos equipos nunca vieron a Acuña, y varios de los que sí lo hicieron se olvidaron pronto de él.

Quizás el hecho de que tantos equipos no se fijaran en Acuña plantee un problema más importante con el proceso de evaluar a peloteros internacionales. Los scouts muchas veces se ven obligados a enfatizar en las herramientas actuales de un jugador, las habilidades que tienen el presente, por encima de cómo se proyectan dichas destrezas en el futuro. Acuña es un ejemplo del tipo de jugador que desarrolla esas habilidades con el tiempo y que fue mejorando con los años gracias a su crecimiento físico, trabajo fuerte y experiencia.

«Metimos la pata. Oí algunos rumores sobre su comportamiento y sobre la familia», dijo un director de cazatalentos internacionales de un club de la Liga Americana. «Obviamente, estábamos equivocados. Lo firmaron por US$100,000 y nadie esperaba que fuese así de bueno».

Acuña no estuvo entre los 30 mejores prospectos internacionales de MLB Pipeline en el 2014, y los jugadores que sí aparecieron en el listado sirven como ejemplo para subrayar por qué es tan difícil firmar y desarrollar a jugadores de 16 años.

Nadie de aquella lista ha pasado de Clase-A, con la excepción del venezolano Franklin Pérez, quien ocupó el puesto 21 y firmó con los Astros por US$1,000,000. Pérez, quien ahora lanza en Doble-A, es el mejor prospecto de los Tigres, club al que llegó el año pasado como parte del cambio por Justin Verlander. El dominicano Dermis García, el prospecto número uno aquel año y actualmente la 20ma mejor promesa de los Yankees, firmó con Nueva York por US$3 millones. Pasó todo el año pasado en Clase-A.

«La verdad es que el bono no hace al jugador, y no importa lo que te dé un equipo, uno tiene que trabajar duro. Eso es lo que ellos quieren», dijo Acuña, de 20 años. «Hay que trabajar duro todos los días».

El descubridor
Uno podría argumentar que el scout internacional venezolano Rolando Petit, quien firmó a Acuña, trabajó toda su vida para conseguir la firma del fenómeno. Ha sido el gran éxito de su carrera.

«Yo siempre me decía a mí mismo, ya siendo scout, que tenía que visitar a los peloteros en La Sabana, porque sabía que esa gente allá ama el béisbol», dijo Petit, de 51 años, quien trabajó 26 años para los Bravos desde 1991. «Conocí a mucha gente e hice muchos amigos a través de los años. Cuando vi a Ronald, que tendría como 14 años y medio, ya conocía a su papá, a su mamá, a sus tíos, su abuelo y su abuela. Ya conocía a los Escobar».

«Es un pueblo pequeño y todos nos conocemos», dijo desde Venezuela Kelvim Escobar, el ex lanzador que ganó 101 juegos en las Grandes Ligas. «Si vienes para acá vas a ver a los muchachitos corriendo en la playa y entrenando como nosotros. Eso es lo que hacemos aquí. Respiramos béisbol».

Poco tiempo para decidir
«En Estados Unidos, empiezas a seguir a los muchachos en las escuelas a los 15 años y los firmas a los 18. Pero en Latinoamérica, tienes que verlos a los 14 y año y medio después, cuando tienen 16, tienes que tomar una decisión», dijo Petit, quien ya no trabaja para los Bravos. «Ronald no era muy grande, pero tenía buen brazo y le pegaba bien a la bola. Ya se podía ver el control que tenía con el bate. ¿Qué más puedes pedir? Hicimos nuestra tarea averiguando sobre la familia, pero ya yo sabía todo».

Uno de los hermanos menores de Acuña, Luisángel, podrá firmar con cualquier equipo de Grandes Ligas a partir de hoy. Y más adelante quizás aparezcan otros Acuña. Los hijos menores del padre de Ronald, el ex-pelotero profesional Ronald Acuña, Bryan (12 años) y Kenny (7), también juegan. Son parte de la nueva oleada de La Sabana.

«No se pueden imaginar lo orgullosa que está mi familia. Cuando subieron a Ronald se armó una caravana», dijo Acuña padre. «Esto es algo que uno tiene que vivir y experimentar, porque cuando me preguntan, no lo sé explicar con palabras. Sólo puedo decir que todo el mundo está bien orgulloso».

Fuente: Las Mayores

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