Resto del Mundo

Enrique y Meghan modernizan la monarquía con una boda rompedora

Enrique y Meghan modernizan la monarquía con una boda rompedora
Enrique y Meghan modernizan la monarquía con una boda rompedora

La ceremonia tuvo lugar en la capilla del siglo XV del castillo de Windsor

Al mediodía de este sábado, con un sol radiante iluminando el blanco de su impresionante vestido, diseñado por la británica Clare Waight Keller para Givenchy, Meghan Markle, de 36 años, la princesa americana, culminaba una semana de sobresaltos emocionales y entraba en la capilla de san Jorge del castillo de Windsor sola.

La boda del príncipe Enrique, de 33 años, el menor de los hijos del heredero al trono, con la ya exactriz estadounidense ha supuesto la culminación del proceso de renovación de la monarquía británica que tan magistralemnte llevan años orquestando los nietos de la reina Isabel II.

El cambio ha tenido lugar, significativamente, en la capilla del siglo XV del castillo de Windsor, elemento clave en la liturgia de la casa real británica, que toma de él su nombre.

A mitad del pasillo de la capilla de san Jorge, en el coro, esperaba a Markle el que iba a convertirse minutos después en su suegro, el príncipe de Gales, para acompañarla, que no entregarla, a la vera de su hijo el príncipe Enrique, que aguardaba al lado de su hermano a su prometida, con una sonrisa de emoción nerviosa.

Proyectada en las pantallas gigantes colocadas en las afueras del catillo, la sonrisa de Enrique, el otrora príncipe rebelde convertido en uno de los royals más queridos, ha desatado una ovación en las calles de Windsor. “Estás impresionante, absolutamente maravillosa”, le ha dicho Enrique, según los lectores de labios de los tabloides.

Windsor es hoy una fiesta. Los trenes derramaban ríos de gente, llegados de todos los rincones del país, desde primera hora de la mañana. Banderitas, camisetas, personajes con disfraces que buscaban su minuto de gloria inmortalizado por televisiones de todo el mundo. Una boda real más. Todo era igual. Pero también todo era distinto.

Tres pastores anglicanos se han repartido el trabajo en la capilla. La ceremonia tradicional la ha conducido el deán de Windsor David Conner. El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha oficiado los votos matrimoniales. Y Michael Curry, de Chicago, el primer obispo afroamericano en lo más alto de la iglesia Episcopal, ha sido el encargado de subrayar la relación trasatlántica.

El reverendo Curry se ha convertido en una estrella inesperada de la ceremonia. Si alguien tenía alguna duda de que la boda de Enrique y Markle iba a ser diferente, Curry la ha despejado, con un larguísimo sermón donde ha citado al reverendo Martin Luther King y ha celebrado el amor.

Como estaba previsto, Meghan Markle, con una sólida trayectoria de activismo por la igualdad de género, no ha jurado “obedecer” al príncipe. Ambos, en cambio, se han jurado “amar, consolar, honrar y proteger” a su pareja.

Los invitados han empezado a llegar hacia las 10 de la mañana. La popular presentadora de televisión norteamericana Oprah Winfrey, David y Victoria Beckham y George y Amal Clooney, han sido algunos de los que más aplausos han levantado entre la multitud. Tras la ceremonia, la pareja de recién casados ha empezado un recorrido en carroza por las calles de Windsor.

Fuente: El País

Más contenido por Redacción CDN

Más noticias