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Comey comparece ante el Congreso EEUU en una audiencia de alta tensión

Jame Comey testifica ante el Congreso EEUU
Jame Comey testifica ante el Congreso EEUU

La audiencia de Comey es determinante para saber si estas presiones constituyen o no un intento de obstaculizar la justicia

El exdirector del FBI James Comey relata este jueves ante el Congreso de EEUU los entresijos de su despido por parte de Donald Trump, en particular cómo resistió las presiones del presidente para que no investigara a uno de sus asesores más cercanos.

La audiencia ante el Comité de Inteligencia del Senado comenzará a las 14h GMT y será retransmitida por las grandes cadenas de televisión estadounidenses.

El contenido de la declaración de Comey ya ha circulado parcialmente. Su declaración preliminar fue publicada el miércoles y en ella narraba minuciosamente sus conversaciones con el presidente desde enero.

Comey confirma en ese texto lo que ya había filtrado la prensa: que Trump le pidió que abandonara cualquier investigación sobre Michael Flynn, su asesor en seguridad nacional que dimitió en febrero por sus conversaciones no reveladas con el embajador ruso en Estados Unidos.

Él me dijo: Espero que usted pueda ver un camino para dejar esto, dejar tranquilo a Flynn. Es un buen tipo. Tengo la esperanza de que pueda olvidarse de esto”, asegura Comey que le dijo el presidente en un encuentro que mantuvieron el 14 de febrero en el Despacho Oval. Trump negó que hubiera formulado esa demanda.

El exjefe del FBI relata también en detalle una cena en la Casa Blanca, el 27 de enero, durante la que el presidente le habría dicho: “Necesito lealtad, espero lealtad”.

Una petición ambigua dirigida al hombre que supervisaba en ese momento la investigación del FBI sobre una presunta colusión entre integrantes del equipo de campaña de Trump y Rusia.

Los partidarios republicanos de Trump diferenciaron entre pedidos inhabituales o “inapropiados” y pedidos ilegales, que según ellos no han sido probados. El propio Comey se ha negado a calificar jurídicamente las demandas presidenciales.

En un comunicado, el abogado personal de Donald Trump, Marc Kasowitz, afirmó que el mandatario se sentía “totalmente reforzado” por el testimonio del exjefe de la policía federal.

Trump está “complacido’ de que Comey “haya finalmente confirmado públicamente (…) que el presidente no estaba siendo investigado en ninguna pesquisa relacionada con Rusia”, señaló.

En tres oportunidades, entre enero y marzo, Comey confirmó efectivamente a Trump que no estaba siendo investigado. Sin embargo, rechazó las repetidas demandas del presidente de que lo exonerara públicamente con el fin de disipar “la nube” que este cas representaba y que le impedía ver claramente las prioridades del país.

La audiencia de Comey es determinante para saber si estas presiones constituyen o no un intento de obstaculizar la justicia, un debate jurídico con vastas consecuencias políticas.

La mayoría de los demócratas no se atreven a ingresar en el terreno de una eventual destitución del presidente, y prefieren ir acumulando hechos. Pero la idea ya no es tabú, y dos legisladores opositores, Al Green y Brad Sherman, lanzaron un llamado a abrir un procedimiento de ese tipo.

Se necesita mucho para iniciar un juicio político, advirtió otro legislador demócrata, Adam Schiff, en CNN.

Hay que convencer al Congreso y al país de que su comportamiento fue tan grave que se necesita esta solución y que no estamos tratando de anular una elección por otros medios”.

Sin embargo, el caso ruso “está alcanzando casi el nivel del Watergate”, dijo el senador demócrata Ron Wyden, aludiendo al escándalo que provocó la caída del republicano Richard Nixon en 1974.

Con el fin de proteger la independencia de la investigación rusa, el Congreso designó a un fiscal especial, Robert Mueller, el 17 de mayo.

El presidente republicano de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, estimó en MSNBC que la demanda de “lealtad” formulada por Trump a Comey no era apropiada.

No obstante, numerosos republicanos hicieron notar que el exjefe del FBI no acusó a Trump de obstrucción. “No vi nada ilegal”, dijo Richard Burr, presidente de la comisión encargada de interrogar a Comey.

De este caso dependerá el futuro de la administración de Donald Trump, al que se le ha hecho cuesta arriba el camino para concretar sus reformas. La popularidad del presidente nº45 de EEUU caía esta semana a un nivel históricamente bajo, de apenas un 38% de opiniones favorables, según Gallup.

Fuente: AFP

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