Tristeza, abandono, un panorama desolador y miedo es lo que reflejan varios monumentos ubicados en el Gran Santo Domingo.
La realidad es distinta a lo que se vivió al inicio de su creación, y es a que ahora esos lugares son el nicho de atracadores y delincuentes, quienes aprovechan esa situación para atacar a quienes aún lo visitan.
La Plazoleta la Trinitaria, que rinde honor a los padres de la patria Duarte, Sánchez y Mella, está completamente deteriorada. Es demasiado visible el estado de las aceras, donde descansan todo tipo de desechos.
El busto de Darte, en honor al fundador de la dominicanidad, además de deteriorado, está total abandono. Ubicado en la autopista Las Américas y da entrada a la capital; desde la Región Este, es un lugar de miedo, razones por las que las visitas son escasas.
El Bulevar Las Américas, en Santo Domingo Este entre las avenidas Sabana Larga y Venezuela luce muy sucio.
En el caso del Faro a Colón, construido en el año 1986 para conmemorar el 500 aniversario del descubrimiento de América, durante el día los visitantes tienen el privilegio de contar con el respaldo de vigilantes. Y también a diferencia de otros, está despejado de basura.
Pero un problema que afecta este lugar histórico, es la falta de energía eléctrica que imposibilita la entrada a ver las instalaciones. Una fuente nos reveló que el pasado jueves un tour con aproximadamente 100 turistas no pudieron disfrutar del monumento, limitándose a tomar fotografías a las afueras.
Iguales descuidos se presentan en el Monumento a Fray Antón de Montesinos, en el Malecón de la Capital, el Bulevar de la avenida 27 de febrero, entre Abraham Lincoln y Winston Churchill.
Ciudadanos preocupados porque no se pierdan los valores culturas que representan estos monumentos, piden a las autoridades acatar con urgencia el llamado de acondicionar y reforzar la seguridad de esas zonas.
