El machismo sigue siendo un problema en Hollywood y Emma Stone puede atestiguarlo. La actriz, de 28 años, protagonista de La ciudad de las estrellas junto a Ryan Gosling, ha reconocido a la revista Rolling Stone que la película le ha dado voz, todo lo contrario a lo que le ocurrió en sus proyectos anteriores donde dice que tuvo dificultades para expresar sus opiniones y, además, fue tratada de una forma diferente que sus compañeros hombres.
«Ha habido momentos en el pasado, rodando una película, donde me han dicho que entorpecía el proceso cuando daba una opinión o una idea», ha revelado la intérprete, y continúa: «Ha habido veces en las que he improvisado, se han reído de mis bromas y se las han dado a mi compañero, hombre».
La intérprete relata también que fue víctima de algún engaño: «Les decía que creía que algo no iba a funcionar y me decían: ‘Dilo, dilo, si no funciona, lo cortamos’. Y luego no lo cortaban, y es que de verdad que no quedaba bien», recuerda.
Stone, que ha participado en éxitos como Rumores y mentiras (2010), Supersalidos (2007) y The Amazing Spider-Man (2012), ha recorrido un largo camino desde aquellos días en los que era una niña de Arizona que sufría ansiedad: «Cuando tenía siete años, estaba convencida de que mi casa iba a quedar reducida a cenizas. Podía incluso sentirlo. No era una alucinación, solo un apretón en el pecho, tenía la sensación de que no podía respirar, de que el mundo se iba a acabar. Tuve algunos brotes como ese, pero lo de la ansiedad era constante», ha contado la estadounidense.
Junto con la terapia, la interpretación se convirtió en una ayuda muy importante para Stone: «Llegó un momento en el que no podía ir a casa de mis amigos. No podía casi ni abrir la puerta para ir al colegio», ha narrado la actriz en la entrevista, y continúa: «Empecé a actuar en un pequeño teatro, improvisando y haciendo sketch de comedia. Mientras improvisas, tienes que estar presente, y esa es la antítesis de la ansiedad».
