CZESTOCHOWA, Polonia.- El papa Francisco alabó al polaco san Juan Pablo II como un heraldo de misericordia «humilde y poderoso» además de a las innumerables «personas de a pie» que se mantuvieron firmes en su fe católica ante las adversidades en la antigua nación soviética.
El pontífice argentino, que hasta esta visita de cinco días nunca había estado en Europa del Este, contempló con asombro durante varios minutos la icónica imagen de la virgen negra con su hijo del monasterio de Jasna Gora. Las caras de las imágenes están ennegrecidas por siglos de barnices y el hollín de las velas desde que la talla comenzó a venerarse en el siglo XIV.
Después, durante una misa al aire libre ante decenas de miles de personas, Francisco elogió el legado de la fe católica e instó a los polacos a aferrarse a sus creencias.
La misa conmemoró el 1.050 aniversario este año de la aceptación del catolicismo romano en Polonia. El bautizo de un rey medieval en el año 966 puso a la nación en el camino de formar parte del mundo que hablaba latín, alejándola de las naciones ortodoxas con las que limita.
El papa Francisco insta a los polacos a mantenerse unidos ante las divisiones en el país por temas como los refugiados y migrantes, especialmente aquellos que no son cristianos.
Durante una misa al aire libre celebrada ante decenas de miles de personas, Francisco rezó para que los polacos tengan «el deseo de dejar atrás todos los males y las heridas del pasado, y construyan una comunidad para todos, sin ceder nunca a la tentación de retirarse o dominar».
La preocupación por la mala climatología provocó cambio de última hora en sus planes de viaje para la jornada y el papa optó por viajar a Czestochowa en coche en lugar de en un helicóptero militar como estaba previsto. La misa se celebró bajo un cielo plomizo.
Francisco mantendrá su primer gran encuentro con los jóvenes en Cracovia el jueves por la noche.
El papa Francisco efectuó una parada imprevista en una clínica para visitar y rezar por el cardenal Franciszek Macharski, un sacerdote retirado de 89 años que está en coma. Fue arzobispo de Cracovia.
Marcharski sustituyó al cardenal Karol Wojtyla en el puesto cuándo este fue elegido el primer pontífice polaco de la Iglesia, bajo el nombre de Juan Pablo II, en 1978.
