SAN SALVADOR, El Salvador.- El Salvador registró en los dos primeros meses un considerable aumento de muertes violentas, un promedio de 23 homicidios por día, superando cifras históricas, según información oficial.
El director de la Policía Nacional Civil, comisionado Howard Cotto, informó que febrero cerró con 661 muertes violentas, que sumadas a las 738 de enero, totalizan 1.399 en los dos primeros meses, superando las cifras históricas para el mismo período. Solo en el fin de semana fueron asesinadas 50 personas en todo el país, 33 el sábado y 17 el domingo.
Según las cifras oficiales, entre enero y febrero de 2016, los homicidios se incrementaron en un 118% en comparación con el mismo período de 2015.
En primeros dos meses del año también, destaca las matanzas perpetradas por supuestos grupos de extermino y los ataques contra miembros de la Policía Nacional Civil y sus familiares. En lo que va de 2016, las pandillas han asesinado a ocho policías y dos militares, en su mayoría cuando se encontraban con licencia.
Las autoridades atribuyen a las pandillas haber asesinado en 2015 a 52 policías, 17 militares, seis guardias de centros penales y a un fiscal.
Al menos 6.657 personas fueron asesinadas en 2015 en El Salvador, con un promedio de 104 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, que superó los registros históricos de este pequeño país centroamericano y lo confirmó como uno de los más violentos del mundo.
Según estadísticas oficiales, 2014 cerró con 3.942 homicidios en el país, 1.429 más que el año anterior.
Las autoridades de Seguridad Pública sostienen que la mayoría de las víctimas de los homicidios son personas vinculadas con las estructuras criminales de las maras o pandillas, que han muerto al enfrentarse a las fuerzas de seguridad, han sido ajusticiados por sus mismos compañeros, o al enfrentarse a grupos rivales.
Las pandillas que tienen presencia en barrios y colonias populares de todo el país están involucradas en el narcotráfico y el crimen organizado, extorsionan y cobran renta a comerciantes y empresarios del transporte y asesinan a los que se niegan a pagar.
En agosto de 2015, la Corte Suprema declaró que las pandillas, quienes los apoyen y financien son terroristas, y los tribunales de justicia podrán imponerles penas de hasta 60 años de cárcel.
Estados Unidos también declaró a la Mara Salvatrucha una organización criminal trasnacional y el Departamento del Tesoro de ese país anunció en 2014 sanciones económicas contra seis miembros o colaboradores de este grupo.
