Tras la recaptura del líder del cártel de Sinaloa, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera, el capo permanece recluido en la prisión de El Altiplano, el mismo centro penitenciario de donde fugó el julio pasado. Sin embargo, esta vez las autoridades mexicanas han tomado medidas adicionales para evitar la tercera fuga del narcotraficante.
Entre otras medidas, el vocero del Gobierno mexicano, Eduardo Sánchez ha indicado que «un equipo de élite le observa personalmente con cámaras las 24 horas del día» y ha asegurado que las celdas ya «no tienen puntos ciegos». Hasta el momento, ‘El Chapo’ «ya ha estado en ocho celdas distintas», informa ‘El Universo’.
Los responsables del penar también han reforzado los sistemas del suelo, de las esclusas y de las rejas. Además, frente a las instalaciones se encuentran vehículos blindados y tanques ligeros.
La Comisión Nacional de Seguridad de México ha establecido «un riguroso esquema de supervisión» bajo el mando directo del comisionado, Renato Sales, y ha actualizado la tecnología de ingreso del personal, de las visitas y del resto de reclusos.
Joaquín Guzmán Loera escapó el 11 de julio de la cárcel federal de máxima seguridad de El Altiplano y causó un gran revuelo mediático en México. El capo se fugó a través de un túnel, que comenzaba en la ducha de su celda y terminaba en un inmueble en construcción ubicado al suroeste del centro federal. El 8 de enero, el presidente Enrique Peña Nieto informó que el narcotraficante había vuelto a ser detenido.
