La clásica tarjeta de Navidad que cada año la Familia Real Británica ofrece al pueblo llegó este año con una particularidad. O mejor dicho: dos particularidades. Es que el fotógrafo -y quien luego decidió aprobar la imagen- olvidó cuidar todos los detalles en el cuadro familiar que tiene a Kate Middleton, al Príncipe William y a George y Charlotte como protagonistas.
A simple vista la fotografía parece perfecta. Una familia sonriente, en un jardín otoñal esperando una de las fechas más significativas del calendario de Occidente: Navidad. Sin embargo, la imagen resultó más mundana de lo que podría esperarse.
Una vez que pueden observarse los rostros sonrientes de la familia real, los detalles podrían salir a la luz. Es allí cuando puede verse dos objetos absolutamente ajenos al orden y la perfección. El pequeño zapato rosa de Charlotte se le ha salido de su pie derecho y ha caído sobre el césped.