Varias presas resultaron dañadas luego de la lluvia que cayó en la noche del pasado sábado en el norte de Texas y Oklahoma, que además dejó un bombero muerto en la madrugada de este domingo, mientras los equipos de emergencia intentaban sacar a los residentes locales de una inundación.
En la noche del sábado cayeron 8 centímetros de lluvia según las autoridades, la ciudad de Oklahoma elevó el índice mensual de precipitación hasta los 44 centímetros, superando así los 37 registrados en junio de 1989, hasta ahora el récord histórico.
En las zonas de inundación fueron rescatadas 48 personas. En el pueblo de Claremore, cerca de Tulsa, un bombero perdió la vida mientras intentaba realizar un recate, informó Thomas Hudson, el gerente de emergencias locales.
Mientras tanto en el condado de Hays, Texas, cientos de personas fueron rescatadas o evacuadas de sus hogares, informó la oficina del alguacil.
Pero la mayor parte de los rescates ocurrió cerca del río Blanco, indicó la teniente Jeri Skrocki a la prensa local. También se acondicionaron refugios en un centro comunitario, un asilo y dos escuelas.
Se informó también que unas 400 casas cercanas a la presa Louis Creek fueron evacuadas, aseguró Miranda Haas, funcionaria de la oficina de Manejo de emergencias en el condado de Montgomery en Texas.
Las autoridades advirtieron a los residentes de la ciudad texana de Wichita Fallas, que existe un alto riesgo de que el río se desborde e inunde partes del lugar.
«Las previsiones del Sistema Meteorológico Nacional indican que habrá una inundación cerca del río Wichita», advirtió el departamento de manejo de emergencias. Por esta razón se hizo un llamado para la evacuación voluntaria de 2.177 casas.
Pero a pesar de la lluvia, parte de Texas y el oeste de Oklahoma todavía enfrentan una temporada seca, informó el monitor de sequías de Estados Unidos.
