MADRID — Recuperar la credibilidad y retomar el vuelo para conservar la cima de la tabla de posiciones en la Liga española. Con la derrota por 4-0 ante el Atlético de Madrid enrareciendo el ambiente en el Santiago Bernabéu, el Real Madrid se juega el resto de la campaña contra el Deportivo la Coruña
Pero de nuevo, el Real Madrid enfrenta una semana clave bajo mínimos. A la lista de lesionados que conforman Luka Modric, Sami Khedira, James Rodríguez, Sergio Ramos y Pepe, se unió esta semana Fabio Coentrao, con una lesión muscular por lo que nuevamente el italiano tuvo que completar la convocatoria de 19 jugadores con miembros del filial, el defesa Derik y el mediocampista Alvaro Medrán.
El aparato defensivo del Real Madrid es el que genera más dudas luego de haber recibido un gol tempranero en cuatro de los últimos seis encuentros. Pudo remontar en dos ocasiones para ganar y en una tercera, apenas le alcanzó para el empate.
En el último partido, el cuadro merengue se fue en blanco por primera vez en la campaña y a cambio se llevó cuatro tantos. Y es, precisamente, de la media cancha hacia atrás donde el conjunto merengue acusa bajas. Ancelotti se ha quedado sin variantes, más por las ausencias que por la falta de ideas, por lo que no queda otro remedio que mantener la confianza en lo poco que le queda.
«No va a cambiar mucho comparándolo con el sábado. Son los mismos. Voy a poner a Arbeloa en la plaza de Carvajal; Illarramendi en la de Khedira. El resto son los mismos», señaló el técnico, que no tiene muchas más opciones debido a las bajas pues, además, el cansancio de cara al encuentro del próximo miércoles ante el Schalke, razón por la que Lucas Silva, aunque «físicamente está listo para jugar de titular», irá a la banca.
Con ello Ancelotti, que se ha abocado a blindar a sus jugadores ante el vendaval de críticas, se asegura, además, de que el brasileño no pague los platos rotos de la derrota del sábado el día de su debut.
Y es que luego de una desastrosa derrota en que la imagen del equipo quedó irremediablemente dañada, la afición del Bernabéu recriminará lo sucedido en aquel partido y después, cuando varios miembros del plantel acudieron a una fiesta para celebrar el cumpleaños de Cristiano Ronaldo.
Pero el Bernabéu, por tradición, no perdona un solo error y ni siquiera el capitán Iker Casillas se ha salvado de una ‘pitada’. O varias. La grada blanca se muestra aún más inclemente con las humillaciones en un derbi como el del sábado pasado. De ahí que incluso Cristiano Ronaldo haya caído en desgracia ante los ojos del aficionado.
Estará en el ‘7’ que en Chamartín se vuelva a escuchar al unísono a la grada pidiendo el Balón de Oro para su ídolo en lugar de una rechifla.
