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Varela asume como presidente de Panamá

PANAMA (AP) — Juan Carlos Varela asumió el martes como presidente de Panamá para los próximos cinco años, y de inmediato firmó un decreto que establece el control de precios de 22 alimentos, cumpliendo con una de sus principales promesas de campaña.

La medida permitirá a miles de familias comprar los alimentos «a precios justos y así mejorar su calidad de vida», sostuvo el mandatario al rubricar el decreto, el primer acto que hizo Varela en la casa presidencial una vez juramentado.

«Que quede claro: soy respetuoso del libre mercado pero alérgico a la especulación con la comida del pueblo», dijo previamente el gobernante en su discurso de asunción del poder en el que recordó la influencia que tuvieron en su juventud los sacerdotes jesuitas. «Me enseñaron a luchar por la justicia social», aseveró.

La medida, así como otras de apoyo al agro y la construcción de nuevos mercados que prometió implementar el gobernante, están orientadas a enfrentar el problema del alto costo de la vida que golpea duramente a los panameños.

El decreto establece un precio máximo de venta para 22 productos, lo que redundará en un ahorro de 58 dólares en la canasta básica de alimentos.

La norma también crea una «comisión de ajustes de precios», conformada por los titulares de Comercio e Industrias, Desarrollo Agropecuario, y Economía y Finanzas, quienes evaluarán las solicitudes de ajustes de precios que presenten empresas individuales, gremios de productores o asociaciones empresariales.

Dicha instancia podrá, de oficio, realizar ajustes a los precios establecidos en el decreto Ejecutivo firmado.

Entre los rubros que quedaron regulados figura el arroz, cuyo precio máximo de venta fue fijado en dos dólares la bolsa de cinco libras (2,27 kilogramos), cuando actualmente el precio en los supermercados es de entre 2,60 y 3,80 dólares.

La lista incluye varios cortes de carne, pollo, huevos, papas, leche en polvo, salchichas, atún enlatado, chuletas de cerdo, leche, pan, tomate, cebolla, macarrón, porotos, queso y ñame (una especie de tubérculo).

El mandatario, un político conservador, juramentó al aire libre en el estadio de fútbol Rommel Fernández, en la capital panameña, ante miles de simpatizantes y una decena de dignatarios del hemisferio.

Varela, de 50 años, dirigente del Partido Panameñista, asumió el gobierno con el desafío de mantener el alto crecimiento económico, estimado en un 8,5% anual durante el gobierno de su antecesor Ricardo Martinelli, y el bajo nivel de desempleo, que se estima en apenas 4%. Pero a la vez deberá controlar los precios de los alimentos básicos, su principal promesa de campaña y quizás la que lo llevó a la presidencia.

El gobernante reconoció que también tiene el desafío de disminuir la deuda pública, que sobrepasa los 17.000 millones de dólares.

Su plan de establecer controles a los alimentos de la canasta básica busca paliar la inflación que sufren los panameños. El aumento de precios, imperceptible hasta no hace mucho en este país sin banco central y con el dólar estadounidense como moneda de curso legal, alcanza el 4%, cuando en 2009 era de 2%. La inflación golpea duramente al 26% de los 3,4 millones de panameños que, según cifras del gobierno, viven en la pobreza a pesar del fuerte crecimiento del país.

La canasta básica se disparó de 267 dólares a 335 en los últimos cuatro años, un incremento de más de 30%, según cifras de la cartera de Economía y Finanzas.

Varela también convocó a un periodo de amnistía que se extenderá hasta el 1ro de agosto a las más de 200 pandillas que operan en el país para que entreguen sus armas. «Corten sus vínculos con el crimen organizado y pasen a la vida formal», les instó. Pero también advirtió que «actuaremos con mano firme para los que insistan en delinquir».

«Hoy iniciamos una nueva era de nuestra república y nuestra democracia. Una era de paz, tolerancia, consenso, unidad y justicia social con un gobierno que pondrá al pueblo primero en todas sus decisiones», dijo Varela, quien se enorgullece de sus logros como empresario en la industria licorera y ha recurrido a un discurso social.

Dijo que el único norte de su gobierno será «servir al pueblo mejorando los servicios públicos y distribuyendo con equidad las riquezas y el patrimonio» de Panamá.

En su discurso, Varela recordó sus raíces humildes como descendiente de un inspector sanitario, de una maestra del campo y un inmigrante campesino español. Dijo que gobernará con el legado de «honestidad y transparencia» que le dejaron sus padres, a quienes clamó para que desde el cielo intercedan para que gobierne con sabiduría.

Tras la firma del decreto de control de precios, Varela se trasladó en helicóptero a la provincia caribeña de Colón, en donde firmó un compromiso social para establecer una fuerza de tarea conjunta entre los ministerios de Vivienda, Seguridad, Obras Públicas, la Alcaldía y diputados.

La idea es lograr cambios sociales en una ciudad que pese a contar con una de las zonas francas más grandes del hemisferio y una robusta industria portuaria liderada por consorcios estadounidense y asiáticos, tiene a una buena parte de sus habitantes azotados por la pobreza, la criminalidad y el déficit de viviendas.

«No quiero aguas servidas, no quiero casas condenadas… son 16 calles con 30 pandillas; quiero que sean 16 calles con 30 familias unidas por un solo pueblo», planteó el mandatario.

El gobernante habló ante una multitud que se concentró en una céntrica avenida y le aplaudía entrada la noche. Les explicó que el plan de renovación urbana que realizará en Colón contará con la inversión de más de 500 millones de dólares. Posteriormente el gobernante retornó a la capital, en donde hubo una celebración popular con artistas locales, frente a la Bahía de Panamá, por el traspaso presidencial.

A la ceremonia de asunción presidencial asistieron el presidente del gobierno español Mariano Rajoy, el presidente de Taiwán, Ma Ying-jeou, el de Haití Michel Martelly, de Dominicana la vicepresidenta Margarita Cedeño y el secretario de Estado norteamericano John Kerry, entre otros líderes de la región.

 

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