CARACAS, Venezuela (AP) — Una de las cabezas de la oposición venezolana, Leopoldo López, dijo que se entregará este martes a las autoridades para enfrentar un proceso por su presunta responsabilidad en los hechos violentos de la semana pasada, mientras crece la crispación por las protestas que han protagonizado en los últimos días universitarios en Caracas y otras ciudades del interior.
López, dirigente de la organización opositora Voluntad Popular, anunció en un vídeo desde la clandestinidad, en la que se mantiene desde la semana pasada luego de que se ordenó su captura, que acudirá a la sede del Ministerio de Relaciones Interiores para formalizar su entrega luego de una marcha que encabezará en el este de la capital.
Las autoridades le abrieron a López, de 42 años, un proceso por su presunta responsabilidad en los violentos incidentes que se registraron el 12 de febrero en la capital tras una multitudinaria marcha que hicieron universitarios y opositores contra el gobierno de Nicolás Maduro. El dirigente opositor ha rechazado los señalamientos y asegura ser un «perseguido político».
La convocatoria de la marcha opositora ha generado gran expectativa debido a que el alcalde oficialista de Caracas, Jorge Rodríguez, negó el permiso de tránsito y la manifestación podría coincidir con una marcha que realizarán empleados públicos petroleros en el centro de la capital y que culminará en el palacio de gobierno.
El lugar de concentración de los opositores fue tomado el martes por varias decenas de policías y guardias nacionales.
En la Plaza Brion, en el este de la ciudad, reporteros de The Associated Press pudieron observar varias tanquetas y centenares de guardias nacionales apostados en un aparente intento de impedir el paso de la marcha de opositores, que ya se concentraba con la mayoría de los asistentes vestidos de blanco y llevando banderas y gorras en amarillo, azul y rojo, como el estandarte de Venezuela.
