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SP posee escasos conocimientos sobre consecuencias violencia contra la mujer

violencia de género

“Conocimientos, Actitudes y Prácticas del personal de salud frente a la violencia contra la mujer y el abuso infantil”, se denomina un estudio realizado en dos escenarios: la Ciudad Sanitaria Dr. Luis E. Aybar del Distrito Nacional, bajo la coordinación del Centro de Estudios de Género del INTEC (CEG-INTEC) y en el Hospital Regional Universitario José María Cabral y Báez de Santiago, a cargo del Núcleo de Apoyo a la Mujer (NAM).

El propósito de esta investigación es explorar y analizar qué conoce, cómo piensa y qué hace el personal de salud en relación a la violencia contra las mujeres y el abuso infantil.

A pesar de que las evidencias indican que la violencia contra las mujeres y el abuso infantil es un problema de salud pública generalizado en todo el mundo y que ha sido enunciada como tal en los planes y políticas del sector salud, en el escenario de los servicios la violencia es con frecuencia ignorada. Más del 90% del personal de salud de ambos centros estudiados tiene conocimiento de que la violencia contra la mujer  puede generar diferentes patologías y/o comportamientos de riesgo. Sin embargo, al solicitar que sean identificadas, una parte significativa de este personal no fue capaz de hacerlo.

Según explica un comunicado de los realizadores, este estudio reveló que las patologías y comportamientos consecuencias de violencia contra la mujer correspondientes al área de la salud sexual y la salud reproductiva fueron las menos frecuentemente identificadas, a pesar de ser los servicios donde asisten con mayor regularidad las mujeres. La violencia produce consecuencias adversas para la salud sexual y la salud reproductiva de la mujer.

En los hospitales donde se realizó el estudio arrojó que existe conocimiento muy limitado sobre la violencia de contra la mujer y el abuso infantil  en el ámbito de la atención hospitalaria, con un personal de salud que no es capaz de identificar patologías y comportamientos de riesgo asociados a la misma y que carece de herramientas conceptuales y metodológicas para atender las situaciones de violencia que se le presentan en la cotidianidad de su ejercicio profesional.

Además, el desconocimiento sobre las normas y protocolos nacionales para la atención integral en salud de la violencia intrafamiliar y violencia contra las mujeres, es elevado y se registra en todo el personal y en ambos centros de salud estudiados.

Predominan las actitudes favorables para el abordaje de la violencia contra la mujer y el abuso infantil, expresadas en preocupación por la problemática, el interés por cumplir con las responsabilidades definidas en las normativas, el reconocimiento de la necesidad de capacitación y la disposición para ello.

La práctica del personal de salud en relación a la atención de la violencia contra la mujer y el abuso infantil se caracteriza por un bajo desempeño e incumplimiento de los mandatos normalizados y protocolizados; además de existir múltiples barreras en los centros de salud que impiden el desarrollo de mejores prácticas en atención a la violencia, tanto de tipo estructurales, como organizativas, las debidas a falta de capacitación y a factores relacionados a la cultura, incluyendo la construcción desigual de los géneros y la consecuente visión de la violencia contra la mujer como un problema del ámbito privado.

La práctica del registro de los casos es deficiente, desconociéndose los instrumentos para estos fines. Igualmente, la práctica de referimiento es indiscriminada, sin coordinaciones y los más común es la ausencia del seguimiento a las usuarias y usuarios en situación de violencia.

La capacitación resultó una condición que favorece el conocimiento, las actitudes favorables y las prácticas adecuadas en relación a la violencia. Se identificó la necesidad de capacitación con incorporación del enfoque de género y de derechos humanos, para el abordaje de la violencia y aplicación de las normativas correspondientes.

Estos resultados permiten aproximarnos a la realidad de la situación de la atención en salud a la violencia contra las mujeres y el abuso infantil, a partir de la identificación de los conocimientos, actitudes y prácticas del personal de los centros de salud estudiados, a fin de formular propuestas de intervención en correspondencia con las necesidades identificadas, lo que contribuirá a la búsqueda de una respuesta eficaz en la atención integral a este problema social que obstaculiza el desarrollo de la sociedad en general y en especial de las mujeres, niñas, niños y adolescentes .

La violencia contra las mujeres ha sido definida como un problema prioritario y un desafío para el Sistema Nacional de Salud. Constituye tanto una violación a los derechos humanos como un grave problema de salud pública, dada las consecuencias negativas sobre la salud de las mujeres y la de sus hijos e hijas, y el impacto en las tasas de mortalidad y morbilidad.

La Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF) señala que la violencia contra las mujeres es una causa importante de muerte o lesiones en todo el mundo, además de representar un factor de riesgo para numerosos problemas de salud física y mental. Se trata de un fenómeno con un elevado costo social y económico, tanto para las mujeres que lo padecen como para la sociedad en su conjunto.

En la República Dominicana, la violencia contra las mujeres se registra entre las principales causa de mortalidad en mujeres en edad reproductiva, reportándose la muerte por feminicidio de más de 150 mujeres cada año en el país. Sin embargo, la real incidencia en mujeres, niños, niña y adolescentes atendidas en el sector salud debido a las lesiones y los efectos de la violencia es desconocida, pues en general estos casos no son registrados en los servicios de salud, ni diagnosticados como tal; por lo tanto para fines estadísticos no existen.

El estudio y su publicación fue realizado en el marco del proyecto “Impulsando el Ejercicio de los Derechos Sexuales y los Derechos Reproductivos en la República Dominicana” que ejecuta Profamilia, en alianza con la Sociedad Dominicana de Ginecología y Obstetricia, el Núcleo de Apoyo a la Mujer y el Centro de Estudios de Género del INTEC, con auspicios de la Unión Europea.

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