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Costa Rica frente a sus elecciones más inciertas

Costa Rica: Los costarricenses no saben en qué manos dejar las riendas de su país para los próximos cuatro años. Más de tres millones de electores están convocados hoy a votar para decidir quién será su futuro presidente y designar a los diputados de su Asamblea Legislativa. Como señalan las encuestas, ninguno de los 13 candidatos posee el apoyo necesario (40% de los votos), así que la segunda vuelta será casi inevitable.

El actual escenario que se dibuja para las elecciones presidenciales de Costa Rica no es tan halagüeño como el de 2010. En aquella ocasión, sondeos y expertos proclamaban como favorita a Laura Chinchilla, del Partido de Liberación Nacional (PLN), que consiguió el 47% de los votos, cumpliendo todos los vaticinios y convirtiéndose en la primera mujer en gobernar el país centroamericano.

Tras una gestión golpeada por casos polémicos, por la falta de eficiencia de sus políticas y definida por la prensa nacional como la presidenta peor calificada de los últimos seis gobiernos, laindecisión predomina entre los votantes. Según la encuesta más reciente elaborada por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica para el Semanario Universidad y cerrada el pasado lunes, el 33,4% de los ciudadanos no sabría por quién votar. El candidato con mayor apoyo seríaJohnny Araya (17,4%), del PLN, seguido por José María Villalta(14,4%), del Frente Amplio (FA). En el tercer puesto estaría Luis Guillermo Solís (11,6%), del Partido Acción Ciudadana (PAC), y en el cuarto Otto Guevara (7,3%), del Movimiento Libertario (ML).

No hay consenso entre los costarricenses, pero tampoco entre los sondeos. El desarrollado por Enfoques Estudios de Opinión otorga 20,2% a Araya, 15,7% a Villalta, 13,8% a Solís y 13,1% a Guevara. Además, las cifras han bailado mucho en las últimas semanas previas a la jornada electoral, lo que da fe de la falta de consenso existente. La encuesta publicada a mediados de mes por el diario La Nación, elaborada por Unimer, señalaba que Araya, Villalta y Guevara estarían estadísticamente empatados, ya que los tres rondaban el 20% de los votos.

«La hipervolatilidad en la conducta electoral costarricense raya en una toma de decisiones que no se zanja, en buena parte de la población, hasta que se esté frente a las urnas electorales», destaca el politólogo tico César Zúñiga.

Por su parte, Claudio Alpízar, analista y profesor de Ciencias Políticas y Administración Pública en la Universidad de Costa Rica, se atreve a aventurar lo que sucederá hoy: «Araya no ha logrado vender su imagen más allá de los seguidores de su partido, lo que le dificulta llegar al 40%. Eso unido a un empate técnico entre Guevara y Villalta promueve una final de foto-finish, a la que a última hora podría unirse el socialdemócrata Solís en busca de ese segundo lugar que les permite disputar una final entre dos».

Los expertos consultados por EL MUNDO dan por hecho que se celebrará una segunda vuelta, que tendría lugar el primer domingo de abril entre los dos candidatos más votados, y en la que los indecisos tendrían la última palabra. En la historia del país sólo se ha llegado una vez a la segunda ronda, fue en 2002.

¿Continuidad o cambio?

Araya representaría la continuidad del PLN en el Ejecutivo, le avalan sus más de 20 años en la alcaldía de San José, la capital del país, pero pierde crédito por el descenso de la popularidad de su partido. «A Araya se le ve como un ejecutor, alguien que hace que las cosas sucedan, bien o mal», apunta Gustavo Adolfo Araya, presidente del organismo costarricense Instituto Ciudadano. En las últimas semanas ha adoptado una «estrategia polarizante«, como define el sociólogo Manuel Rojas-Bolaños, que le ha favorecido al conseguir posicionarse en el centro, en el medio de los extremos representados por Villalta (izquierda) y Guevara (derecha). Estos dos candidatos son sinónimo de cambio para el rumbo del país.

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